La música de Kazajistán inaugura el Festival Asia
La penumbra, el brillo de las velas y el olor a incienso dieron la bienvenida al primer concierto del Festival Asia, que este año celebra su décimo aniversario. En la Biblioteca Nacional de Cataluña, con la sala llena hasta los topes, actuó el grupo Turan, formado por cinco músicos kazajos, que recorre el mundo transmitiendo la sorprendente música de este país de las estepas y recuperando los sonidos de las esencias de la cultura nómada.
Para conseguirlo, los miembros de Turan han investigado y buscado las trazas de hasta 30 instrumentos tradicionales que han reconstruido lo más fielmente posible a las versiones originales más antiguas de Asia Central, un material con el que siempre viajan. Su syldyr, por ejemplo, es un instrumento que imita el sonido del agua. También hay todo tipo de percusiones y tambores, así como gaitas y flautas, con lo que recrean un viaje único hacia tiempos inmemoriales. Sus trajes están inspirados en los de antiguos guerreros y la letra de sus canciones cuenta viejas leyendas e historias.
Kozlan Kastenbayeva, la única mujer de la banda, asegura que la música de Turan intenta reflejar la naturaleza, el espíritu de la tierra. Es una mezcla de la música instrumental tradicional de Kazajistán y las voces y danzas guerreras.
En una línea similar se sitúa el conjunto instrumental coreano Sorum, formado por mujeres, que actúa hoy igualmente en la Biblioteca de Cataluña y que reinterpreta la tradición musical de su país en clave contemporánea. El siguiente espectáculo del Festival Asia será el de la banda japonesa Pe'z, también conocida como The Samurai Jazz Band, que actuará el día 22 en el escenario de la plaza Reial.
