Cabré y Bonig exhiben discursos dispares al polemizar o buscar pactos en las Cortes

El contraste fue notorio. Los dos consejeros que comparecieron ayer en las Cortes Valencianas parecían formar parte de Gobiernos distintos. El titular de Justicia y Bienestar Social, Jorge Cabré, no dudó en arremeter contra el Gobierno central y contra el propio PSOE durante una intervención en la que polemizó ampliamente con los portavoces de la oposición. La titular de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, sin embargo, reconoció las inversiones realizadas por el Estado en la Comunidad Valenciana con normalidad y lanzó propuestas concretas a la oposición para buscar acuerdos en materia de urbanismo y de política de residuos. Las dos almas que conviven en el Consell presidido por Alberto Fabra -la de Cabré más próxima a la que exhibieron el miércoles Serafín Castellano y Lola Johnson; la de Bonig más acoplada a las propuestas de diálogo que ha reiterado el propio Fabra- quedaron en evidencia.

La consejera y el socialista Signes cruzaron propuestas de acuerdo

Cabré cargó con todo contra la política de Rodríguez Zapatero y aunque dijo que no iba a "hacer leña del árbol caído", no paró de recriminar actuaciones al Gobierno central. Llegó a asegurar que "el PSOE no es obrero ni social", lo que llevó al diputado socialista Antonio Torres a retarle a retirar su afirmación porque, si no, él tendría que decir que el PP es "antisocial y corrupto". La negación tajante de que vaya a aplicar fórmulas de copago, pese a que aseguró que "la cooperación de la Administración con el sector privado va a adquirir una relevancia central", destacó en su intervención. El socialista Torres recordó que la valenciana es una de las comunidades que peor aplica la ley de Dependencia, mientras que Mònica Oltra, de Compromís, acusó al PP de no tener dinero para bienestar social, para la renta de ciudadanía o para pagar el turno de oficio porque "lo ha gastado en fiestas". Esther López, de Esquerra Unida, incidió sobre el boicoteo a las ayudas a la dependencia.

Bonig, entre otras cosas, propuso simplificar la legislación urbanística y planteó un pacto sobre el territorio y otro sobre la gestión de residuos, que encontró interlocución en el diputado socialista Francesc Signes, quien invitó a la consejera a replantear el Plan de Infraestructuras Estratégicas para adaptarlo a "las posibilidades reales de ejecución" y a pactar una legislación urbanística más flexible y eficaz. El diputado de la Coalició Compromís Juan Ponce abogó por las políticas sostenibles y emplazó a Bonig a definirse sobre el proyecto de almacén temporal de residuos nucleares. Marina Albiol, de Esquerra Unida, criticó la política de vivienda y pidió el cierre de la nuclear de Cofrentes.