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EL FUTURO DE LAS ENTIDADES DE CRÉDITO

Kutxa Bank fusiona a las tres cajas

El acuerdo con Bildu, determinante para el consenso: asegura la Obra Social y bloquea la privatización - Alternatiba, recelosa - El pacto se considera "de país"

Seis años después del primer intento, Euskadi fusiona a sus tres cajas territoriales: el próximo 31 de diciembre nacerá, por fin, Kutxa Bank. Un inesperado acuerdo entre los presidentes de BBK y Kutxa con Bildu, y al que no ha sido ajeno el sindicato LAB, adelantado por EL PAÍS el pasado domingo, disipa los fundados temores de que también en esta ocasión la entidad financiera guipuzcoana iba a quedarse fuera de un acuerdo considerado "de país" y "estratégico por necesario" en ámbitos políticos y en círculos financieros.

La garantía del mantenimiento del 30% de beneficios para la Obra Social y el bloqueo ante una posible privatización han sido elementos nucleares, como señaló este diario, en la consecución de un esforzado acuerdo entre Bildu y las tres cajas vascas, que fue confirmado ayer en una nota oficial tres días antes de que BBK y Vital celebren sus respectivas asambleas generales para ratificar, precisamente, la fusión. A estas dos piedras angulares para conseguir que Bildu abandonara su asentado rechazo a un modelo que venía calificando de "bancarización", la mano izquierda de los presidentes Mario Fernández y Xabier Iturbe añadió a última hora la concesión a LAB de incluir en el protocolo de la fusión el referéndum en la plantilla de las tres cajas en torno al marco vasco de negociación del convenio, que conlleva un inequívoco sello vasco propio de la condición de sus solicitantes, y donde también figura ELA.

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Pero el acuerdo superó en las últimas horas sus momentos más angustiosos. De hecho, un documento remitido en la mañana del pasado sábado por Kutxa a Bildu bloqueó la negociación. Desde la coalición abertzale se respondió con la amenaza de romper las conversaciones, encauzadas el pasado jueves. El escrito no recogía en su literalidad las condiciones apalabradas por Mario Fernández, especialmente, con los representantes de los tres partidos dos días antes. Por eso, en la mañana del lunes, y conscientes ambas partes del riesgo que se corría, otra reunión de urgencia encarriló la negociación que fue perfilada en otro encuentro por la tarde, ya determinante.

En el eje dominante de Bildu hay satisfacción por las conquistas arrancadas a los presidentes de las cajas, pero no se puede hablar de una "uniformidad conformada" de cara al voto de sus representantes en la asamblea de Kutxa, donde su posición es desequilibrante. Según ha podido conocer este diario, el acuerdo con las cajas no gusta en Alternatiba, el bloque menos significativo de la coalición. Así las cosas, existe la posibilidad de que Duñike Agirrezabala vote en contra en la asamblea de Kutxa, el próximo 23 de septiembre. Sin embargo, los otros dos votos de Alternatiba serán a favor de la fusión y corresponderán a exmiembros de este grupo que lidera Oskar Matute, entre ellos un hermano de la propia Duñike, la exconcejal en el Ayuntamiento de San Sebastián.

En el caso de Eusko Alkartasuna (EA) también ha vencido sus resistencias al acuerdo con una participación directa en las negociaciones, especialmente en el tramo final, donde se han delimitado las cuestiones más esenciales. Pello Urizar, su secretario general, ya admitió hace dos semanas que las conversaciones con la dirección de Kutxa eran constantes. Rafael Larreina y Josu Ruiz han participado en la delegación de Bildu.

Con todo, el peso político del acuerdo cae del lado de Bildu y asociado especialmente al movimiento realizado por los independientes, léase la izquierda abertzale. La presencia, con carácter distendido y exultante, del diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y del alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, en la rueda de prensa ofrecida ayer para ratificar el acuerdo que ya habían adelantado minutos antes las propias cajas mediante un comunicado, confirma el valor político de este acuerdo que salva un proyecto financiero de honda envergadura precisamente en un momento de crisis económica.

La expresión directa de este acuerdo en la próxima asamblea de Kutxa será una cuestión que solo compete a Bildu, curiosamente una fuerza no representada en este órgano, pero a la quese considera amalgama de la representación del entorno abertzale. De momento, Banatuz guarda silencio a la espera de conocer el contenido del acuerdo ya cerrado. No obstante, su principal representante, Joxean Urkiola, ha participado directamente en las negociaciones y dispone de una exhaustiva información sobre los pormenores de las conversaciones libradas.

A la posición de Banatuz se unirá la de LAB, inicialmente en contra de este proyecto, pero que ha conseguido introducir importantes reivindicaciones en el protocolo final de la fusión fría de Kutxa Bank.

La candidatura de Banatuz obtuvo entre los impositores un crecimiento espectacular en las últimas elecciones a consejeros de Kutxa, recortando entonces el poder de PNV-EA, ya que pasó de siete a 12 consejeros. El trasvase de votos de los clientes de la plataforma Guztion Kutxa Indartuz, impulsada por el PNV y EA, a Banatuz, más la ausencia de ELA en la asamblea, coincidió con la repetición de resultados de PSE y CC OO, al conseguir nueve y siete consejeros, respectivamente. A futuro, a esta correlación de fuerzas habría que aplicar la mayoritaria entrada de representantes de la izquierda abertzale tras las elecciones locales y forales del 22-M. Lógicamente, en el desarrollo de las negociaciones este desequilibrio a favor de Bildu no ha pasado desapercibido.

Con su determinante presencia en el acuerdo final que evita el aislamiento de Kutxa, la coalición abertzale envía un intencionado doble mensaje, consolidando de paso su posición, precisamente a dos meses de las próximas elecciones. Bildu ofrece así una imagen de partido absolutamente insertado en el sistema democrático y que, a su vez, dispone, en paralelo, de la fuerza suficiente para condicionar acuerdos tan estratégicos "de país" como la integración de Kutxa en una operación financiera de semejante envergadura.

Desde Kutxa, Xabier Iturbe se saca, por fin, la espina que le acompañaba desde finales de 2008 cuando fue incapaz de arrancar el acuerdo a la fusión a dos que le pidió BBK y su partido, el PNV. Ahora, después de una intensa campaña de sensibilización, dentro y fuera de la entidad, sustentada sobre todo en difundir la zozobra que se apoderaría de Kutxa en el supuesto de quedarse fuera otra vez de esta fusión, ve el objetivo cumplido.

Xabier Iturbe, ayer, durante su comparecencia en San Sebastián ante empresarios guipuzcoanos.
Xabier Iturbe, ayer, durante su comparecencia en San Sebastián ante empresarios guipuzcoanos.JAVIER HERNÁNDEZ

Mil jubilados en siete años

Las tres cajas vascas consideran "encarrilada" la negociación con los sindicatos en el ámbito social de la fusión. Así lo reconoció ayer, en la Cámara de Comercio de San Sebastián, el presidente de Kutxa, Xabier Iturbe al detallar, ante decenas de empresarios guipuzcoanos, el valor estratégico de esta operación financiera. Iturbe, "muy satisfecho" con el acuerdo alcanzado con Bildu y que el consejo de administración de Kutxa lo ratificará mañana, adelantó que el siempre espinoso asunto de los excedentes se solventará con "la jubilación aproximada de mil empleados en un plazo de siete u ocho años". Todo hace indicar que también mañana puede llegarse a un acuerdo entre cajas y sindicatos.

Precisamente el clima de entendimiento que ha dado un giro radical en Kutxa respecto a las inciertas previsiones de hace tres meses ha pillado a más de uno con el pie cambiado. Así se entiende la sorpresa con la que recibió ayer la ciaboga de Bildu el líder de ELA, Adolfo Txiki Muñoz, un sindicato que caminaba de la mano con LAB, precisamente, en su rechazo a la fusión de las cajas vascas. A pesar de que ambas centrales obtienen al final el rédito a su exigencia del ámbito vasco del convenio de Kutxa Bank, desde ELA no se prevía el acercamiento de la coalición a las pretensiones de Mario Fernández.

A su vez, el protagonismo determinante de Bildu para zanjar las incertidumbres en el seno de la asamblea de Kutxa también ha sacudido la privilegiada posición de Comisiones Obreras, sindicato líder entre la representación social de las tres entidades y en posesión de 10 preciados votos para decidir la suerte en la asamblea de la entidad guipuzcoana. Ahora, Kutxa ya no vive tan pendiente de la suerte final que deparen las negociaciones sobre el lado social de la fusión porque no siente la urgencia de asegurarse el apoyo de CC OO, por el que suspiraba hasta que ha encontrado el hombro de Bildu.

Mientras, desde LAB se asiste a un proceso similar al vivido por la coalición. En el resto de la representación sindical de las cajas vascas ya se manejaba la hipótesis en las últimas semanas de que se había abierto el debate en la central abertzale en base a las posiciones de su líder en el área de Finanzas, Josean Urkiola, consciente de que un futuro financiero de Kutxa en solitario era un "mal escenario".

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