Ciria y el desgarro del mundo
Una exposición en el IVAM muestra un repaso al trabajo de la última década del artista español afincado en Nueva York
En 2001, el pintor español José Manuel Ciria (Manchester, 1960) ganó una beca artística de la Autoridad Portuaria de Nueva York para trabajar en la ciudad de los rascacielos. Su lugar de trabajo se encontraba en la planta 80 de la torre sur del World Trade Center. Pero a última hora decidió renunciar y el 3 de septiembre de aquel año viajó a Tel Aviv para acometer otra aventura en Israel, ante el estupor de familiares y amigos. Días más tarde el atentado del 11-S arrasó el símbolo de la Gran Manzana y acabó con la vida de 3.000 personas. La suerte, el azar, que algunos llaman destino, hizo que su nombre no figure ahora en el memorial inaugurado el domingo pasado en el hueco de las Torres Gemelas.
"Son personajes asustados en busca de ternura"
Ciria se replanteó aquel otoño su trabajo y sus obras reflejan desde entonces la fuerza de una década tan convulsa. "Quiero reflejar el desgarro del mundo", explicó ayer durante la inauguración de Ciria. Conceptos opuestos (2001-2011), la exposición que ofrece el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) en colaboración con Telefónica.
Y efectivamente, en las 28 pinturas, muchas de ellas de gran formato, y 82 dibujos de la impactante muestra abundan los rostros desencajados de hombres "indignados y aterrados" ante los trágicos acontecimientos que han sacudido a la humanidad durante los últimos diez años. "Son personajes asustados en busca de ternura o en busca de comprensión", explica el autor, que se manifiesta "preocupado por todo lo que preocupa al hombre de la calle". Pero también asegura que él es una persona "enormemente positiva" y que en sus obras también abundan los personajes divertidos o tiernos, y por eso pide al espectador que no se conforme con la primera impresión: "Me gustaría que pudiera trascender el velo y que no se quede en la superficie". Ciria también mostró su alegría por entrar en el IVAM, museo en el que deseaba exponer desde que era joven.
La comisaria de la muestra, Kara Vander Weg, explicó que la muestra pretende ser "una visión del mundo de Ciria, lleno de enorme creatividad". Para ello, las obras se muestran en un recorrido cronológico que permite ver la evolución del pintor. En la primera sala se arranca con las obras más antiguas de Ciria, quizá también las más conocidas. Y en las siguientes se recogen los cuadros pintados a partir de 2005, año en que finalmente se instaló en Nueva York, ciudad de la que quedó prendado en un viaje en 1998, cuando las Torres Gemelas todavía eran un hito en el horizonte y el mundo parecía más habitable.
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