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Un incendio en un oleoducto causa 76 muertos en Nairobi

Las víctimas intentaban robar la gasolina que salía por un escape

Grupos de gente aprovechaban para llenar recipientes con la gasolina que escapaba de un oleoducto en Nairobi cuando una explosión y las enormes llamaradas de un incendio calcinaron casi instantáneamente los cuerpos de al menos 76 personas. Las imágenes en las televisiones locales mostraban esqueletos y cuerpos irreconocibles, completamente carbonizados. A su lado, personas en estado de choque se quitaban la piel quemada a tiras mientras otros corrían y gritaban.

El suceso ocurrió ayer en la zona industrial de Lunga Lunga, al suroeste de la capital keniana, entre el aeropuerto y el centro de la ciudad. El oleoducto cruza el cercano barrio de chabolas de Sinaí y muchas de las víctimas son residentes que intentaban hacerse con la gasolina que había caído de las tuberías. Algunas de las chabolas están construidas sobre las propias tuberías del oleoducto. La explosión se produjo alrededor de las nueve de la mañana, cuando mucha gente se dirigía a sus lugares de trabajo y numerosos niños al colegio. En un momento, las llamaradas lo envolvieron todo en un radio de unos 300 metros y varias personas intentaron apagar el fuego que las consumía lanzándose a un riachuelo cercano. Los bomberos tuvieron que saltar por los tejados de las chabolas para llegar al lugar del siniestro e intentar evitar que el fuego se internara en el barrio chabolista. Hay más de un centenar de heridos graves.

"Los verdaderos causantes del fuego han sido unos vándalos que rompen las tuberías para robar gasolina y huyen dejando el agujero abierto", explicó ayer a este diario Eric Kiraithe, portavoz de la policía keniana. "Normalmente, los trabajadores de la compañía llegan enseguida y cierran el agujero, pero por desgracia parece que en esta ocasión el oleoducto ha estado roto toda la noche y por la mañana todo estaba lleno de combustible", añadió Kiraithe.

La policía aún no ha podido establecer la causa del incendio, aunque cree que se debió a una colilla que alguien habría dejado caer en la gasolina. "Nosotros hemos confirmado la muerte de 76 personas, aunque quizá esta cifra aumente porque aún seguimos con las labores de búsqueda", señaló Jervis Sundays, de la Cruz Roja keniana, que ha establecido una pequeña clínica de campaña en la zona.

No es la primera vez que un accidente de estas características provoca la muerte de docenas de personas en Kenia. "Es un problema que tenemos y hasta el presidente [Mwai] Kibaki y el primer ministro [Raila] Odinga se lo han dicho a la gente: 'Cuando veáis que la gasolina fluye, alejaos', pero parece que la gente no aprende la lección", se lamentó Kiraithe. "El Gobierno hará todo lo posible para que los heridos reciban tratamiento y las familias que han perdido a sus seres queridos reciban una compensación", aseguró el primer ministro, que acudió al lugar del siniestro.

En enero de 2009, 120 personas murieron en un suceso similar en Molo, al oeste de Kenia, cuando un camión cisterna con gasolina volcó y el combustible comenzó a esparcirse por la carretera. Decenas de personas intentaron hacerse con la gasolina.

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Vecinos de Nairobi observan los cadáveres de algunas de las víctimas del incendio.
Vecinos de Nairobi observan los cadáveres de algunas de las víctimas del incendio.TONY KARUMBA (AFP)

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