Alberto Fabra pone a Ripoll, imputado en el 'caso Brugal', al frente del puerto de Alicante

El Gobierno valenciano, que preside Alberto Fabra, nombró ayer presidente del Puerto de Alicante a José Joaquín Ripoll, imputado en el caso Brugal -que investiga la adjudicación irregular de una planta de basuras en La Vega Baja- por los delitos de cohecho, fraude, tráfico de influencias, revelación de información privilegiada y actividad prohibida a funcionarios. El nombramiento fue aprobado por el Gobierno valenciano apenas una hora después de que Ripoll presentase su dimisión como concejal en el Ayuntamiento de Alicante, requisito que le había exigido el PP para ser designado presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante. Un puesto que hasta ahora ocupaba el exdiputado popular Miguel Campoy.

El nombramiento, según fuentes populares, se produce con el visto bueno de la dirección del PP y facilitará al presidente valenciano el objetivo de poner fin a las disputas que mantenían campistas y zaplanistas en Alicante.

Un enfrentamiento que había llevado a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, también salpicada por los escándalos del caso Brugal, a dejar a Ripoll sin competencias y sin sueldo pese a figurar de número dos en la candidatura municipal, lo que le obligó a inscribirse el 1 de agosto en el paro.

"Estamos seguros de que su nombramiento redundará en beneficios para la ciudad de Alicante", señaló la consejera portavoz, que eludió los escándalos de corrupción que salpican al expresidente de la Diputación de Alicante. "Solo valoramos su gestión, que en nuestra opinión será muy eficaz", remachó Lola Johnson.

Ripoll ya había rechazado este mismo cargo antes de su defenestración como presidente de la Diputación en julio. Una oferta que, finalmente, aceptó ayer. Un nombramiento que dependía hasta 1992 del Gobierno Central, en concreto del Ministerio de Fomento, que ahora solo visa lo que decide la Comunidad autónoma tras una reforma pactada por el Ejecutivo de José María Aznar en 2002.

"Todos saben por qué ha sido nombrado", comentó ayer la ministra de Sanidad, la socialista Leire Pajín, "aunque lo importante es juzgar a los responsables cuando hacen una gestión".

Más dura fue la coordinadora general y diputada de Esquerra Unida, Marga Sanz: "Fabra ya tiene la primera mancha en su currículum de presidente valenciano porque deliberadamente ha colocado al frente de la Autoridad Portuaria de Alicante a un imputado que arrastra un monumental y turbio escándalo de corrupción".