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Crónica:TENIS | Abierto de Estados Unidos
Crónica
Texto informativo con interpretación

Nadal golpea primero

El español barre a Roddick y totaliza solo 4h 1m de juego en dos días por las 5h 22m de Murray, su adversario en las semifinales

Andy Roddick muerde su toalla, carcomido su orgullo por el resultado: en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos, a un lado de la Gran Manzana, Rafael Nadal devora al héroe local por 6-2, 6-1 y 6-3. Son seis breaks para el número dos del tenis mundial. Son un puñado de golpes pasantes exquisitos. Son unos peloteos cortos y concretos vividos bajo las sombras de la tarde y entre una suave brisa. El bucólico escenario puede valer la final de un torneo del Grand Slam.

Tras las suspensiones por la lluvia, Nadal afronta hoy su tercer día de juego consecutivo. En los dos anteriores gastó 4h 1m de sudores. El británico Andy Murray, su rival en las semifinales, acumula en el mismo periodo 5h 22m vividas bajo el sol, el viento y las apreturas de un partido para gigantes (7-5, 6-4, 3-6 y 7-6 sobre el estadounidense John Isner). Hay un dato aún más preocupante para el número cuatro. Nadal ha consumido 10h 50m en lo que va de competición. Él, 13h 6m. Hoy juegan los golpes, pero también las piernas.

"Tengo que ver cómo me siento antes del partido", reconoció Murray, de mueca en mueca durante su encuentro, agarrándose cada rato la espalda, dolorido. "Ha hecho calor. Ha sido un partido muy largo bajo el sol", prosiguió; "contra Isner, el partido no te exige la resistencia habitual. Tienes que ser muy explosivo. No tienes que hacer intercambios de 30 tiros como quizás me toque contra Rafa. Al contrario, tienes que reaccionar todo el tiempo, estirarte por pelotas y salir a la caza de voleas amortiguadas. Eso exige otro tipo de forma, que el que exigirá de mí Rafa".

Esto es Nueva York y aquí se juega ya al límite. Los tenistas han vivido días de humedad y frío, se han tenido que guarecer de la lluvia, han tenido que soportar el sol y sus inclementes saludos... Enfrentados a los elementos y a los partidos a cinco mangas, también han echado un pulso a la organización, que retrasó la final al lunes para evitar que una parte del cuadro jugara cuatro días seguidos. La política, probablemente, también haya producido su desgaste porque se sucedieron las reuniones, las entrevistas y los parlamentos.

Nunca como ahora un grande premiará al más fuerte físicamente, sobre todo si el campeón surge del lado del cuadro de Nadal, que vio a Roddick frito y atendido por el fisioterapeuta de una pierna. El estadounidense había descontado casi tres horas la víspera para ganar a David Ferrer, el número cinco.

"El principio del partido fue muy importante", reconoció Nadal, que rompió el saque de su contrario en su primer juego al resto de cada set. "Andy tuvo un encuentro muy duro antes y probablemente le afectó", continuó el campeón, que alcanza las semifinales del Abierto por cuarto año consecutivo y se enfrenta a Murray en la penúltima ronda por tercer grande seguido. "Los partidos contra él son emocionantes. Aquí perdí en 2008. Tengo que ser agresivo y jugar mi mejor tenis para tener alguna oportunidad", advirtió.

Murray, un maestro de la estrategia, afronta el partido con precaución. "Esta es una buena superficie para mí en cuanto a jugar contra Nadal", recordó. "Es un cruce muy equilibrado. Frente a él, tengo que sacar bien e intentar ser paciente desde el fondo para intentar dictar los puntos. Eso es muy difícil, pero que muy difícil, en esa pista cuando hace viento... Así que, cuando lo tenga a mi favor, intentaré moverle", añadió; "lo que de verdad es importante es el saque, lograr puntos gratis. Si no los consigues, te hace jugar muchos intercambios y, obviamente, no comete errores y golpea una pelota muy pesada que lo hace todo muy duro".

Murray se marchó diciéndolo todo. Hoy, en la pista más grande del planeta, compiten los golpes y ganan los pulmones.

Rafael Nadal devuelve un golpe a Andy Roddick.
Rafael Nadal devuelve un golpe a Andy Roddick.NICK LAHAM (AFP)

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