Salvatore Licitra, heredero de Pavarotti

Luciano Pavarotti le dio la oportunidad de ser grande en 2002, y no la desaprovechó. Ante una indisposición del gran tenor italiano, salió al escenario del Metropolitan de Nueva York para dar vida al pintor Mario Cavaradossi en Tosca, y se ganó una ovación de varios minutos del público neoyorquino. Salvatore Licitra se convirtió desde entonces en un tenor reconocido y en uno de los aspirantes a heredar el trono de Pavarotti, aunque es complicado encontrar a algún cantante que pueda cubrir el silencio que dejó la muerte de este en 2007.

Salvatore Licitra nació en Berna (Suiza) pero tenía una íntima relación familiar con la ciudad siciliana de Ragusa, de donde eran sus padres. El pasado 27 de agosto se dirigía a esta ciudad a recoger un premio cuando cayó de su Vespa tras sufrir una isquemia -falta de riego sanguíneo- cerebral que le hizo perder el conocimiento. El tenor, que iba sin casco, se mantuvo en coma desde entonces y murió este lunes a los 43 años en un hospital de Catania. Licitra deja a medias una gira cuya próxima parada era Tokio.

El debut de Licitra en La Scala en 1999 no estuvo exento de polémica. El laureado director Riccardo Muti lo había elegido para protagonizar la tempestuosa producción de Il Trovatore de Verdi con la que se abría la temporada. Este primer encuentro con el público milanés dividió a la platea en sorprendidos y ofendidos. Licitra tuvo que esperar hasta el año 2000, en el que regresó al mismo escenario, de nuevo por elección de Muti, para cantar Tosca. Aquella noche, Milán se reconcilió con el cantante que paseaba a diario por sus calles y el tenor empezó a participar en producciones por toda Europa hasta que llegó a la noche triunfal del Metropolitan.

Los veroneses tampoco le han olvidado. Allí debutó en 1998 en el festival que cada año viste de teatro la Arena di Verona y en el que interpretó para la apertura del festival Un ballo in maschera, obra que le había hecho subirse a los escenarios meses antes en el teatro Regio de Parma. Verona, que siempre ha tenido una relación estrecha con la música de Verdi, le dio la confianza necesaria para que, años después, supiera afrontar la Tosca de La Scala.

Uno de los que más ha sentido la muerte del tenor, por ser más amigo que compañero de Licitra, ha sido Muti. El director italiano ha recordado desde Viena al tenor: "La noticia me tiene consternado. Era un artista al que me ligaba una afectuosa amistad madurada en muchísimas colaboraciones en el teatro y en algunas grabaciones", ha comentado Muti al Corriere della Sera.