Greenpeace toma El Algarrobico para reclamar su demolición
Medio Ambiente y la Junta esperan una resolución judicial para el derribo
Activistas de Greenpeace burlaron la vigilancia privada y accedieron por la mañana al hotel construido en la playa de El Algarrobico, en Carboneras (Almería). Es desde ayer su cuartel general, el lugar donde tienen previsto realizar llamativas actividades para exigir a las Administraciones la demolición de este edificio, cuya obra se paralizó en 2005 tras la denuncia de asociaciones conservacionistas.
La acción de Greenpeace coincide con el tercer aniversario de la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Almería, que declaró nula la licencia municipal de obra por la que el Ayuntamiento de Carboneras (ahora en manos del PP y los independientes de Gicar) permitió a la promotora Azata del Sol la construcción del hotel en el parque de Cabo de Gata-Níjar. La sentencia fue recurrida por la empresa y por el Ayuntamiento, entonces gobernado por el PSOE.
La construcción del polémico hotel se paralizó hace seis años
Es la quinta ocasión en tres años en la que Greenpeace okupa el hotel como protesta. Esta vez se han introducido seis activistas, quienes desplegaron una pancarta de 30 metros. "¿A qué esperan?", se lee en el cartel. Los ecologistas exigen a la Junta y al Ministerio de Medio Ambiente que derriben de una vez el inmueble.
"Las dos Administraciones están claramente implicadas. No existe un tercer ente que se vaya a ocupar de El Algarrobico", sostuvo ayer en Carboneras Pilar Marcos, responsable de la campaña de Costas de Greenpeace España, organización que cuenta con el apoyo de Ecologistas en Acción, Salvemos Mojácar y Equo Almería en su protesta. Todos han convocado una manifestación mañana a la puerta del hotel para exigir su derribo.
La promotora Azata del Sol denunció la entrada de los activistas y ayer se estaba a la espera de su desalojo por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. La promotora considera que se ha "invadido una propiedad privada". Greenpeace defiende que ha entrado en la séptima planta del inmueble, donde comienza "la zona pública", al situarse a 100 metros de la orilla del mar.
Las Administraciones volvieron a insistir ayer en que para acometer la demolición se ha de esperar a una resolución judicial. El Ministerio de Medio Ambiente manifestó su "total disponibilidad" para hacer efectivo el derribo del hotel en colaboración con la Junta de Andalucía si así lo determina el juez. Y el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, sostuvo que "la voluntad de la Junta es recuperar el espacio", lo que implica el derribo del polémico hotel.
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