El PSE y el PNV ahondan la 'guerra' por la fiscalidad y la ley Municipal

Los dos principales asuntos que, junto a las elecciones del 20-N, van a marcar la agenda política de Euskadi en los próximos meses -la ley Municipal y la reforma tributaria- están ahondando el enfrentamiento entre el PSE y el PNV al nivel más profundo desde los comicios de mayo. La cercanía electoral, pero sobre todo el hecho de que ambas cuestiones pueden modificar las competencias forales y una ley, la de Territorios Históricos, considerada intocable por el nacionalismo, han terminado por deteriorar la relación entre ambas formaciones. Como en anteriores enfrentamientos, el principal ariete contra los socialistas está siendo el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao.

Bilbao rescata las acusaciones al 'lehendakari' de falta de liderazgo

El diputado general alerta del riesgo de deslocalizaciones si suben los impuestos

El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor acusó ayer al diputado general de viajar en la dirección contraria a la de la sociedad vasca y de actuar "en contra de sus intereses", precisamente en esos dos asuntos.

Los socialistas consideran una deslealtad la decisión del PNV de recurrir el proyecto de ley Municipal a la Comisión Arbitral porque paralizaría la tramitación de un texto llamado a completar la arquitectura institucional de Euskadi. Una ley que, por fin tiene posibilidades de ser aprobada, después de tres décadas de Gobiernos nacionalistas que dejaron incompleto el entramado institucional vasco.

En una conferencia de prensa en Bilbao, Pastor aseguró que "mientras el Gobierno vasco se dedica a tomar medidas para que la sociedad vasca avance, el principal partido de la oposición se limita a obstruirlas". Cuando descendió al terreno de la fiscalidad, las palabras de Pastor subieron de tono hasta el punto de acusar al PNV de querer cerrar a cal y canto la Diputación de Bizkaia "para conservar el poco poder que le queda". Pastor atribuyó a Bilbao el blindaje de la institución entre otras razones "para no luchar contra el fraude fiscal" y así lograr más recursos.

El diputado general usó los micrófonos de Onda Vasca para sostener que ambos debates responden a un intento del lehendakari de recuperar un liderazgo "que no tiene", enarbolando dos banderas para las que tampoco tiene competencias.

Respecto de la Ley Municipal, Bilbao reafirmó la voluntad de su partido de "resistirse" a su aprobación en el Parlamento. "Ese proyecto es un salto al vacío, no es un proyecto consensuado, y por lo tanto no representa la sensibilidad y la situación política e institucional actual". Pastor le llamó "mentiroso" por asegurar que el proyecto de ley no era conocido por el PNV. "Ha sido negociado con la Asociación de Municipios Vascos [controlada por los peneuvistas] y de hecho recoge muchas de sus demandas", dijo.

En la fiscalidad, el PNV está modulando progresivamente su discurso adoptando una actitud más pasiva. De un no rotundo a una revisión del sistema tributario está pasando a un sí condicionado a que sea una revisión global. De hecho, Bilbao ha abierto contactos con la Diputación de Álava, del PP, para buscar un acuerdo político tras la propuesta que el pasado 20 de julio el lehendakari, Patxi López, trasladó a los tres diputados. "El documento que planteó el lehendakari", dijo ayer Bilbao "era una subida generalizada de impuestos en todos los ámbitos y no es al Gobierno vasco al que le compete hacer ese tipo de medidas".

Bilbao, que ha visto como el alcalde Iñaki Azkuna, ha subido un 2.5% de media los impuestos y tasas municipales para lograr un incremento de la recaudación de 8,5 millones, aseguró ayer que "sólo si se sube un punto el margen del IRPF se corre el riesgo de deslocalizaciones porque el cambio de domicilio se hace fácil".