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Columna
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Batas Sucias

Bajo el nombre de Operación Bata Blanca ha quedado desenmascarado en la Marina Alta otro presunto fraude de la medicina milagro. Nada menos que cinco falsos facultativos que actuaban en tres clínicas de Xàbia y Denia, clandestinas según la Guardia Civil aunque al menos dos de ellas se anunciaban incluso con carteles. ¿Y qué es lo que publicitaban? Pues el pequinés aseguraba curar cánceres, artritis reumatoide y esclerosis ¡con simples masajes y terapia magnética! No ha trascendido el tipo de "tratamientos" aplicados por otros dos, pero ninguno dispone de titulación ni conocimientos. Por último, el tercer centro médico se ubicaba en un chalet bastante más discreto y su reclamo era ofrecer "medicina natural". Los tramposos han sido pillados gracias a las denuncias de pacientes que advirtieron irregularidades, pero si este tipo de chiringuitos sobrevive es gracias a la ignorancia y las modernas supersticiones que aún en el siglo XXI acechan los asuntos relacionados con la salud. Casi todas ellas responden a un presunto retorno a "lo natural", como si la Naturaleza siempre se mostrara bondadosa (naturales son el estramonio asesino y el huracán Irene que ha segado vidas y haciendas); como si los remedios "naturales" resultaran automáticamente inocuos y no pudieran interferir con las terapias que sí son producto de la inteligencia y la investigación: medicamentos y técnicas hasta dar con los cuales se ha quemado mucha gente las pestañas, lo mismo que ha ardido mucha gente en la hoguera por denunciar las supercherías y defender la Razón y la Ciencia.

Sí, ya sabemos que "lo natural" (que no casualmente coincide con la maldición bíblica) es parir con dolor. Y enfermar. Y morir. Y que, sin embargo, la Humanidad lleva siglos tratando de evitar las primeras contingencias y de retrasar y dulcificar el inevitable, postrer, mal trago.

Que en ocasiones el universo de las batas blancas se haya convertido en negocio no quiere decir que sea mejor dar a luz en casita que minimizar los riesgos (quienes tenemos la fortuna de poderlo hacer). Ni que la anestesia sea un invento del diablo. Ahora que se aproxima la época de vacunaciones brotará otra vez toda la charlatanería "anti". Y la inhibición de las familias que "no creen" en la necesidad de secundar estas campañas será una muestra de irresponsabilidad y también de insolidaridad con quienes sí inmunizan. Si por algunos fuera, la difteria, la polio, el tétanos y el papiloma aún camparían a sus anchas. ¿Serán los privilegios de la patria potestad?

PD. En el muro que da a la playa ha brotado una pintada nueva: "Bego, eres lo que siempre soñé". Barrunto que es la misma letra con la que el verano pasado alguien proclamó justo enfrente que amaba locamente a Clara. Más constantes permanecen, por tercera temporada, la cruz gamada y el escupitajo en el frontispicio del hotel abandonado: "Moros y negros de mierda". No seguiría ahí si la presunta mierda fueran el alcalde (o alcaldesa ahora: estamos en Elx).

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