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Reportaje:

Semillas exiliadas de L'Horta

La asociación Llavors d'Ací recupera variedades de hortalizas y frutas que ya no se cosechan y defiende la producción ecológica

Pablo Ferri

Para que la comarca de L'Horta de Valencia recupere su gran variedad de frutas y verduras, el colectivo Llavors d'Ací trabaja desde hace cuatro años en revitalizar especies olvidadas, semillas exiliadas de las tierras que una vez dominaron. "Recogemos semillas de los intercambios que organizamos y luego las repartimos entre una pequeña red de agricultores que las prueban, las trabajan y mejoran", explica Marta Ribó, del colectivo. Llavors y otras entidades protagonizan el movimiento verde en la Comunidad Valenciana y advierten, convencidos, de que lo suyo es algo más que una moda.

Llavors no solo busca especies de L'Horta, sino que acepta y mima todas las que han existido y hayan perdido protagonismo frente al empuje de las variantes híbridas en la comunidad.

"La Tierra ha perdido el 75% de sus granos locales"
En toda Europa solo hay seis espacios como el de la huerta

"Desde la década de 1970, los años de la revolución verde, La Tierra ha perdido el 75% de sus semillas locales según números de la FAO". Con revolución verde, Marta se refiere al boom de la agricultura industrial, la irrupción de los productos químicos y la aparición de semillas híbridas más resistentes a la agresión de herbicidas y plaguicidas. Esto supuso una homogeneización gradual de las especies: menos tipos de tomates, desaparición de las sandías de pepitas grandes...

Van poco a poco. Llavors d'Ací organiza encuentros para intercambiar semillas. En poco tiempo ha recuperado variedades de sandía, lechuga y habas entre otras. También participa en ferias de biodiversidad, organiza talleres y cursos e invita a catas a sus simpatizantes.

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El colectivo, sus integrantes y demás entidades de objetivos parecidos protagonizan en la comunidad esa reacción por lo propio, por la producción local y la cosecha de temporada. Defienden que la producción ecológica trasciende las modas, que supone algo más que una forma de jugar a cambiar las cosas. Es, dicen, el embrión de un cambio del modelo productivo.

Antonio Montiel, portavoz de la plataforma Per L'Horta, asume la misma idea y añade que la agricultura ecológica "tiene muchísimas posibilidades" más allá de generar una producción amable de frutas y verduras. "Si se recupera el entorno de las ciudades para abastecerlas de productos frescos, el paisaje también mejora, un valor añadido para el turismo rural", argumenta. No solo eso, Montiel insiste en que la agricultura ecológica supone una protección implícita del trabajador y su tierra: se eliminan proveedores y se respetan los tiempos de recuperación de los campos.

Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en todo el continente solo hay seis espacios de características similares a L'Horta. Dos están en la Comunidad Valenciana (L'Horta y La Vega Baja). "Edificios de Calatrava hay en todo el mundo", sentencia Montiel, "espacios como estos...".

Uno de los encuentros de intercambio de semillas, organizado por Llavors d'Ací.
Uno de los encuentros de intercambio de semillas, organizado por Llavors d'Ací.

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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