Cinco detenidos en México por la matanza del casino

Cinco miembros de la organización criminal Los Zetas han sido detenidos por la matanza de 52 personas, el jueves pasado, en el Casino Royale de Monterrey (noreste de México). Según las autoridades del Estado de Nuevo León, los detenidos han confesado ser autores del ataque más sangriento contra población civil en la historia reciente del país. El móvil del incendio de la casa de apuestas fue la extorsión. La policía busca a otros implicados.

El gobernador Rodrigo Medina explicó ayer que los detenidos tienen entre 18 y 37 años y algunos cuentan con antecedentes por homicidio y secuestro. Todos forman parte de Los Zetas, que desde hace años se disputan con el cartel del Golfo el territorio de Nuevo León. Medina agregó que, además de las confesiones, cuentan con pruebas periciales que incriminan a los acusados, como es el caso de una huella dactilar que sirvió para localizar a uno de ellos. En la conferencia de prensa, el gobernador de Nuevo León presentó además un vídeo donde se puede ver a los criminales comprando la gasolina que utilizarían para prender fuego al local.

La policía busca a otros implicados de la organización criminal Los Zetas

Según Medina, el atentado fue una represalia porque el Casino Royale no había pagado la "cuota" o "derecho de piso" que le exigían los criminales como parte de un esquema de extorsión. Las autoridades buscan a otros implicados en el atentado.

Cuatro días después de la matanza, las autoridades federales y nacionales no han podido, sin embargo, informar ni de la identidad ni del paradero de los dueños y administradores del Casino Royale. Juan Gómez Jayme, representante legal de uno de los socios que administra el casino, negó que hubieran recibido presiones de la delincuencia organizada y que el negocio funcionara de manera irregular, como asegura el Ayuntamiento de Monterrey, que ya había intentado cerrar el local en mayo. Un magistrado administrativo revocó la efímera clausura municipal. Ese funcionario es hasta el momento el único que ha dimitido por este ataque. Tanto el alcalde, Fernando Larrazábal, como el gobernador Medina anunciaron una revisión de la normativa de funcionamiento de los casinos. A su vez, el alcalde fue objeto de críticas por la inacción policial, ya que un vídeo muestra a agentes estacionados a pocos metros del Casino Royale minutos después del ataque, cuando ya se veía salir humo del establecimiento.

Este fin de semana fueron sepultadas las 52 víctimas, 42 de ellas mujeres, que fallecieron atrapadas por el fuego. El dolor de los deudos se combinó con el reclamo de dos millares de personas que se concentraron el domingo en el corazón de Monterrey, para exigir la renuncia del gobernador Medina, que no ha cumplido aún ni la tercera parte de su mandato. El político, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), dijo ayer que no piensa dimitir.