Los socialistas franceses escenifican su unidad a un mes de las primarias
Hollande se consolida como favorito para enfrentarse a Sarkozy en 2012
Los socialistas franceses cerraron ayer su universidad de verano en la ciudad costera de La Rochelle con una imagen de unidad, pero con la vista puesta ya en las primarias que se celebrarán dentro de apenas cinco semanas. Los tres días de reunión se desarrollaron sin que se produjeran grandes sobresaltos ni grandes muestras de rivalidad entre los candidatos, como se podía temer. Fueron unas jornadas en las que François Hollande, avalado por los sondeos, que le sitúan ampliamente en cabeza, ha asumido sin complejos el papel de favorito. "Tengo un deber superior al de los demás, el de volverme hacia los franceses", ha explicado. "La partida empieza ahora", ha respondido su principal rival, Martine Aubry.
"La partida empieza ahora", afirma Aubry, la segunda en los sondeos
En la reunión de verano del PS no ha habido ni una mención a DSK
Lo cierto es que la organización ha hecho lo posible para evitar enfrentamientos directos entre los cinco candidatos socialistas -además de Hollande y Aubry, Ségolène Royale, Manuel Valls y Arnaud Montebourg- y no dar una imagen de desunión antes de que empiece la verdadera batalla mediática. Cada uno tomó la palabra en charlas diferentes y apenas se cruzaron. Los cinco aparecieron ayer juntos por primera vez en todo el fin de semana. En el cierre de las jornadas posaron sonrientes, cogidos de la mano, junto al primer secretario interino, Harlem Désire, y al sexto candidato a las primarias, el del partido radical de izquierdas, Jean-Michel Baylet.
Pese a los esfuerzos de escenificar la unidad, en la trastienda se preparaba ya la campaña para las primarias. Aubry lo resumía así: "Esto es como una carrera de velocidad, cada uno corre en su propia calle, no hay que molestar a los demás y aceptar la competición, es decir, el debate". El viernes había abierto las hostilidades cuando afirmó haber heredado un partido "que daba pena" para transformarlo en uno "listo para gobernar". A nadie se le escapó que el ataque iba dirigido a Hollande, del que retomó las riendas del PS en 2008.
Indiferente a los piques, Hollande, desde la tranquilidad que da el respaldo de los sondeos, parece situarse ya en la siguiente etapa, la de las presidenciales de 2012. La última encuesta, publicada ayer por el diario Journal du Dimanche, le otorga una victoria en la primera vuelta con el 41% de los votos, mientras que Aubry queda relegada a 10 puntos, con el 31%. En la segunda vuelta, ganaría con un 55%, frente al 45% para su rival. Su avance no solo se confirma, sino que la diferencia se amplía: el mismo sondeo del mes de julio le situaba en cabeza con el 42% de las intenciones de voto, frente al 34% de Aubry.
En su discurso ante los militantes, Hollande defendió el sábado su visión de un modelo de crecimiento basado en la inversión, la educación y el medio ambiente. También hizo gala de su reputado sentido del humor y se ganó los abundantes aplausos del público con esta frase: "Los ricos protestan: queremos pagar más", en referencia a las manifestaciones de varios multimillonarios franceses que han pedido que se les aumenten los impuestos. "¡Que nos esperen, que llegamos!", bromeó.
La víspera fue Aubry quien logró el respaldo del auditorio, en particular cuando reiteró su rechazo a la regla de oro de limitación del déficit en la Constitución. Entre otros asuntos, en los diferentes foros se habló de crisis económica, se atacó de la deriva del Gobierno de Nicolas Sarkozy y, sobre todo, se evitó cualquier referencia a Dominique Strauss-Kahn, liberado de los cargos de agresión sexual esta misma semana y cuyo posible retorno a Francia incomoda a su partido.
Con el cierre de las jornadas de verano empieza ya de pleno la campaña de las primarias, que se celebrarán el 9 y el 16 de octubre. Un primer debate en televisión entre los candidatos está previsto el 15 de septiembre.
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