Mallorca y Espanyol están verdes
De Guzmán resuelve y los blanquiazules añoran a Osvaldo
Admitía Pochettino en la víspera del partido que cuenta con "una plantilla muy corta, quizás la más corta de España". En limitaciones económicas -y sus consiguientes estrecheces deportivas- no le va a la zaga el Mallorca de Laudrup. Ayer, Mallorca y Espanyol libraron un duelo casi de pretemporada. Los técnicos diseñaron sus onces como experimentos, inmersos en la dinámica de prueba-error propia de los amistosos veraniegos.
Ambos equipos han perdido a sus referentes en el ataque y no parecen haber dado con la llave para asomarse con garantías al área rival. En el que pudo ser su último partido como mallorquinista, De Guzmán iluminó el ataque local con la ayuda de las incursiones -a grandes zancadas- de Nsue. Con la gasolina justa, el Mallorca continuó acechando la portería de Cristian tras la reanudación. La entrada del uruguayo Gonzalo Castro fue una bocanada de aire fresco en un partido que se estancaba por momentos. Su verticalidad propició la combinación que desembocó en el gol.
Un tanto de churro que vino a bendecir al hombre del verano en Mallorca, pretendido por el Villarreal y por el Rubin Kazán: De Guzmán. Tras recibir en la frontal, ensayó un disparo raso que Cristian habría blocado sin dificultad de no ser porque el novel Héctor Moreno desvío la trayectoria del balón hasta la red. Para Moreno fue una desafortunada circunstancia en un debut correcto. Pero el tanto desmontó el plan de Pochettino. Ni Álvaro primero ni el canterano Thievy en la recta final pudieron hacer olvidar a Osvaldo. Cuando se decidieron a atacar, los pericos lo añoraron más que nunca.FÚTBOL
Primera jornada de Liga
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