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Reportaje:Bolsa

Hacia el peor agosto en tres años

El Ibex acumula una caída mensual del 15% pese al leve repunte semanal

Alicia González

Por primera vez en las últimas cuatro semanas, el Ibex 35 abandonó los números rojos para acabar la semana con una leve mejora, de apenas el 0,54%. Pobre, quizás, pero agradecido respiro para unos inversores que están sufriendo el peor agosto desde 2008, cuando se estaba gestando la quiebra de Lehman Brothers de quince días después. Aún faltan tres sesiones para cerrar el cómputo mensual y la balanza puede sufrir cambios, pero en lo que llevamos de agosto el selectivo español acumula ya una caída del 15% y se sitúa en la peligrosa zona de los 8.185 puntos. Pese a todo, 22 valores del Ibex terminaron la semana con saldo positivo frente a los 12 en pérdidas.

La semana ha estado marcada por las esperanzas que los inversores habían puesto en la intervención del presidente de la Reserva Federal de EE UU, Ben Bernanke, en el foro económico de Jackson Hole. Fue allí donde el año pasado anunció una nueva ronda de estímulos monetarios y el mercado confiaba en una repetición del mensaje, toda vez que los indicadores evidencian un claro frenazo en la recuperación de los países desarrollados. Las expectativas, sin duda, resultaron excesivas y la bolsa española perdió solo el viernes un 1,37%.

Tampoco ayudó a los valores españoles la confirmación del dato de crecimiento español correspondiente al segundo trimestre. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, admitió que con un alza del 0,2% entre abril y junio será difícil cumplir el objetivo del 1,3% previsto para el conjunto del año. Eso anticipa una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento y, con ello, un nuevo ajuste en la partida de ingresos y gastos públicos. Todo el mismo día en que Partido Socialista y Partido Popular llegaban a un acuerdo exprés para incluir la austeridad presupuestaria en la Constitución, en un intento de dar garantías adicionales a los inversores sobre los títulos españoles. El acuerdo no fue bien acogido el pasado viernes por el mercado, como demuestra el aumento de la prima de riesgo hasta los 284 puntos.

Aunque la desconfianza no es monopolio de los títulos hispanos. Los bancos de toda la zona euro siguen recurriendo en masa a la financiación del Banco Central Europeo (BCE) ante la ausencia de un verdadero mercado interbancario. Pero lo que más evidencia sus propios recelos, es que prefieren perder dinero depositando sus ahorros de vuelta en el BCE que ganar cierta rentabilidad con un préstamo a otra entidad. El temor a una interrupción en el canal del crédito y nuevas tensiones de financiación soberana en Europa planean detrás de la creciente desconfianza hacia la banca europea. Y ello pese a que las autoridades de España, Italia, Francia, y Bélgica han acordado prorrogar la prohibición de las ventas a corto que tanto podría castigar sus acciones. El revulsivo para cambiar este pesimismo aún no se vislumbra.

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Sobre la firma

Alicia González
Editorialista de EL PAÍS. Especialista en relaciones internacionales, geopolítica y economía, ha cubierto reuniones del FMI, de la OMC o el Foro de Davos. Ha trabajado en Gaceta de los Negocios, en comunicación del Ministerio de Economía (donde participó en la introducción del euro), Cinco Días, CNN+ y Cuatro.
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