Buffett rescata a Bank of America con una inyección de 3.480 millones

Warren Buffett se está convirtiendo en banquero de bancos. El reputado inversor saltó ayer en firme, y de forma inesperada, en ayuda de Bank of America, la mayor entidad de Estados Unidos, inyectando 5.000 millones de dólares (3.480 millones de euros). Una maniobra que recordó a la inversión que en plena crisis financiera hizo en Goldman Sachs y similar a la que le metió en la aseguradora Geico.

La reacción de Wall Street fue inmediata y disparó de golpe un 25% las acciones de la entidad, que desde hace tres semanas está sufriendo un duro asalto en el parqué por las dudas que rodean a su situación financiera. Y de rebote impulsó a otros valores del sector financiero. Horas después, el entusiasmo se moderó y el repunte quedó en un sólido 9,44% % al cierre de Wall Street. Desde enero ha perdido un 50% de su valor.

La última apuesta de Buffett, que ejecuta a través de su poderoso brazo inversor Berkshire Hathaway, puede marcar un cambio de percepción hacia la realidad de la entidad y de todo el sector bancario. Hace unos días, se veía como uno de los más débiles del país y del mundo, hasta el punto de que el seguro de impago subió a niveles que no se veían desde Lehman Brothers.

Bank of America necesitaba liquidez por el lastre de la cartera hipotecaria, hasta el punto de haber iniciado conversaciones para vender su participación en el China Construction Bank y desprenderse del negocio internacional de tarjetas de crédito. La percepción es que su colchón de capital es menor que el de sus rivales, lo que le coloca en una posición vulnerable.

El montante de inyección en Bank of America es idéntico a los 5.000 millones que Buffett invirtió en otoño de 2008 en Goldman Sachs, con el que saldó cuentas hace cinco meses. También salió al rescate en plena crisis del conglomerado General Electric. El oráculo de Omaha muestra de nuevo que no solo es capaz de comprar valor cuando las acciones son baratas.

Bajo los términos acordados, se llevará un buen premio por su multimillonario voto de confianza. Buffett se hará con 50.000 acciones preferentes de Bank of America con un dividendo anual del 6% y una prima del 5%. Además, podrá adquirir 700 millones de acciones a un precio de 7,14 dólares la unidad, por debajo de los casi ocho dólares que se pagaban a media sesión.

La maniobra empezó a gestarse la mañana de miércoles, con una llamada de Warren Buffett a Brian Moynihan, el consejero delegado de Bank of America. No solo consiguió así una importante inyección de liquidez, necesaria para gestionar el negocio sin sobresaltos, sino que además recibía apoyo visible hacia su gestión en un momento delicado.

El oráculo de Omaha, una de las tres mayores fortunas del mundo, dispone de efectivo para embarcarse en este tipo de operaciones. Pero además, es de los que apuestan tradicionalmente por las grandes franquicias del país. Bank of America es una de ellas. La entidad "es fuerte, bien liderada; por eso le dije a Brian que quería invertir", afirma.

Pero Buffett no suelta el dinero porque sí. Asegura que la entidad tiene una gran capacidad para generar beneficios, a pesar de la incertidumbre económica. Y considera que su equipo directivo está "actuando de forma agresiva" para superar asuntos pendientes, como las demandas por el fiasco hipotecario en Countrywide o la cartera de deuda que heredó de Merrill Lynch.

Wall Street interpretó la maniobra como un voto de confianza también a EE UU como potencia financiera y económica. Y en un intento por disipar los fantasmas de la recesión, Buffett dejó claro que "esto no es 2008", refiriéndose al sentimiento de negatividad que domina los mercados. Moynihan, entre tanto, señaló que cuenta con la liquidez necesaria para afrontar un escenario adverso.