Las comparsas mantienen el pulso
Las agrupaciones repiten por segundo año el plante contra la sanción a las dos que apoyaron a presos de ETA - La fiesta continúa en otras zonas de la ciudad
Las 28 comparsas de Bilbao repitieron ayer, por segundo año consecutivo, un plante de 24 horas en protesta por la sanción que el Ayuntamiento impuso a dos de ellas -Kaskagorri y Txori Barrote- por exhibir fotografías y pancartas con presos etarras durante las fiestas de 2009. Pese a que no lograron paralizar las fiestas, que continuaron como cualquier día en otras zonas de la ciudad, el recinto del Arenal permaneció cerrado toda la jornada. Solo se saltaron el parón para acudir a visitar a los niños internados en el Hospital de Basurto, ya que entendían que "es el único día en el que los niños pueden disfrutar de las fiestas", declaró una portavoz de las comparsas, Itziar Villafañez.
Los grupos tiraron de un autobús y desfilaron por la Gran Vía
Las comparsas confiaron en que el próximo año no sea necesario otro plante como el de ayer y que se logre, por parte del Ayuntamiento, un modelo festivo "popular y participativo" en el que la comisión mixta funcione "como hace 30 años".
Por la tarde, miembros de las comparsas, respaldados por la figura de Marijaia, completaron con éxito un "desafío" basado en tirar de un autobús de dos pisos desde la Plaza Circular hasta la Plaza Moyua para probar que son capaces de "mover cualquier cosa". De forma simultánea, cientos de personas celebraron el "desfile del orgullo comparseril" al son de la canción Badator Marijaia de Kepa Junkera, en el que escenificaron "algunas de las actividades que se están prohibiendo en el espacio público de Bilbao" -volar cometas o tocar música callejera en un mismo lugar más de 45 minutos, por ejemplo,- a través de una ordenanza que fue aprobada hace unos meses por el consistorio bilbaíno.
Ya por la mañana, las comparsas le habían organizado al Ayuntamiento un pasillo de la vergüenza en el Arenal. Un cartelón coronado con pegatinas con el lema Marijaia for alkate (Marijaia alcaldesa) en cada txosna detallaba los errores que, en opinión de estos grupos, ha cometido en los últimos años el consistorio en materia política, social y cultural. Por ejemplo, uno de los paneles criticaba que el gobierno de Iñaki Azkuna haya destinado 120.000 euros para permitir el paso de la Vuelta a España por la villa y, sin embargo, para "ahorrar costes" haya cerrado la biblioteca y los centros cívicos las tardes de verano.
Otro cartel sostenía que el Ayuntamiento destina 1.002 euros a las fiestas de cada barrio bilbaíno, con lo que no les llega "ni para la verbena", mientras el alcalde cobre "tres veces más" que la partida total destinada a celebraciones populares.
Las "limitaciones a la libertad de expresión", la "privatización" del transporte público, Bilbao Kirolak y Bilborock y la escasa promoción de la Aste Nagusia también figuran en la amplia lista de críticas de las comparsas.
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