López se distancia de la propuesta y pide un margen de autonomía financiera
El 'lehendakari' defiende que el techo del gasto no puede suponer "un corsé"
El Gobierno vasco no quiere que la reforma exprés de la Constitución propuesta por el presidente Zapatero y apoyada por Mariano Rajoy para limitar el déficit deje a las autonomías sin margen de maniobra ante situaciones extremas. Por ello, el lehendakari y líder del PSE, Patxi López, se mostró ayer dispuesto a aceptar la modificación que pondrá techo al gasto público si de alguna forma "supone más Europa" y consolida la creación de una política económica comunitaria, pero siempre y cuando no suponga un "corsé" que impida en tiempos de crisis hacer políticas para la recuperación económica o tener recursos suficientes para sostener el Estado del bienestar y las políticas sociales.
El PP vasco muestra su sorpresa por el planteamiento de López
El PNV recibe la iniciativa de Zapatero con "muchísima reticencia"
López recuerda que el PNV rechazó el pacto para que Bildu no gobernase
Con un tono más cauto que otros compañeros de su partido fuera de Euskadi contrarios a la medida, pero tambien marcando distancias, López pidió que la "letra pequeña" de la reforma permita "cierta flexibilidad" y otorgue "un gran margen para la autonomía financiera" a los Ejecutivos regionales. En todo caso, añadió, si se cumplen estas condiciones y si la medida permite a España "lanzar un mensaje de confianza, porque los grandes partidos se ponen de acuerdo" y se consigue "mayor seguridad" y equilibrio en las cuentas "bienvenida sea". El endeudamiento del País Vasco ascendía a 4.918 millones de euros, un 7,3% del PIB de la comunidad autónoma, según los datos del Banco de España correspondientes al primer trimestre del actual ejercicio.
Respecto a las peticiones que están surgiendo de que la medida se lleve a un referéndum, el mandatario consiedró correcta la aprobación de la reforma por la fórmula de los tres cuartos de las Cortes toda vez que no afecta al "núcleo duro" del texto constitucinal.
Las palabras de López en una comparecencia ante los medios en Bilbao dejan al socialismo vasco, a la espera de que se aclaren los aspectos clave de la reforma, a una prudente distancia de la postura del PNV, que se opone a reformar la Carta Magna en este sentido, y de los populares, que respaldan una idea ya lanzada en su día por Génova.
El PP vasco recibió con cierta sorpresa las declaraciones del lehendakari, informa Javier Rivas. "Una cosa es la autonomía financiera y otra los límites de gasto y de deuda. También se puede tener autonomía para tener ingresos o subir los impuestos", señaló a este periódico Antón Damborenea, responsable de los populares vascos en materia económica.
Damborenea recalcó que el recurso al endeudamiento ha de tener un límite "para no hipotecar a las generaciones futuras". Y un límite a la deuda no impide adoptar políticas anticrisis o de reactivación del empleo, concluyó.
El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, confirmó a Radio Euskadi que su partido ve la iniciativa con "muchísima reticencia", ya que, aun siendo buena en el fondo, "puede resultar enormemente problemática" si llega "petrificada" en una norma constitucional. "Privaría a las administraciones públicas de una herramienta muy útil para afrontar las recesiones económicas, los ciclos bajos de la economía o para afrontar situaciones de emergencia", añadió. La Diputación de Vizcaya, en manos peneuvistas, recalcó que el debate de la cuestión recae en los partidos.
Las formaciones de izquierda también censuraron la medida. El coordinador general de EB y único parlamentario de la formación, Mikel Arana, opinó que la medida supondría "un error mayúsculo". El portavoz de Bildu en Navarra, Maiorga Ramírez, rechazó la medida, al igual que el sindicato nacionalista ELA, que lo considera un "ataque al gasto social y al autogobierno".
"El final de ETA no es cuestión de regateo"
El orden sí altera el producto, vino a decir ayer el lehendakari, Patxi López, sobre el final de ETA. El Gobierno vasco considera que la banda no puede condicionar su disolución a cuestiones como la legalización de Sortu, pendiente de una resolución del Tribunal Constitucional, o a ventajas para sus presos.
El lehendakarise mostró rotundo al ser preguntado por las exigencias de la banda adelantadas por EL PAÍS el pasado lunes. "El final de ETA no es cuestión de regateos. Tiene que desaparecer definitivamente sin ningún tipo de condicionante o condición. Cuando desaparezca, será el momento de ver cómo podemos construir la convivencia entre todos después de casi 900 asesinatos", resumió López ayer en Bilbao, en la comparecencia ante los medios informativos que le sirvió como inicio del curso político.
Con la Aste Nagusia en su ecuador, López recalcó: "Por primera vez hemos vivido unas fiestas sin la amenaza terrorista y violencia callejera". "Debemos felicitarnos todos de esta tranquilidad", que permite "vislumbrar cómo será la convivencia en Euskadi" una vez que la banda desaparezca para siempre, añadió. Y advirtió: "Las instituciones y la sociedad vasca no van a permitir nunca más que se privaticen los espacios públicos para el proselitismo de la violencia".
[La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido al titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de este tribunal, Fernando Andreu, quien se encuentra de guardia esta semana, que prohíba varios actos organizados por la comparsa Kaskagorri, vinculada a la ilegalizada Segi, previstos para hoy y mañana al considerar que su celebración constituiría un delito de enaltecimiento del terrorismo al homenajear a los presos de ETA, informa Efe].
Sobre el plan que anunciará a finales de septiembre en el pleno de política general, el lehendakari se limitó a decir que responderá a interrogantes del tipo "cómo contribuir todos a la convivencia, cómo cerramos este ciclo de violencia y empezamos a construir Euskadi desde el respeto, y desde el recuerdo a las víctimas del terrorismo". López no ha enviado aún al resto de los partidos ningún borrador al respecto.
El mandatario no quiso ahondar en la polémica generada por la distinción entre víctimas de ETA realizada por el máximo cargo de Bildu, el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano. "Parece que ahora es un problema de los demócratas si somos capaces de ponernos de acuerdo o no para una hipotética moción de censura", afirmó, antes de recordar que fue el PNV quien rechazó un pacto para impedir que Bildu gobernara en Gipuzkoa.
El problema, añadió, "no está en los demócratas, sino en el mundo de la izquierda abertzale, y lo que hay que hacer es exigirle que trabaje para que ETA desaparezca definitivamente", concluyó.
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