"El pregonero debe unir a la ciudadanía de Bilbao"

Al escritor Kirmen Uribe (Ondárroa, 1970) Kepa Junkera y Joseba Solozabal, predecesores en el cargo de pregonero de la Aste Nagusia, le han recomendado que disfrute de las fiestas. Y ha decidido hacerles caso. "Voy a saltar al río y dejarme llevar por la corriente. Me lo voy a tomar como unas vacaciones".

Pregunta. ¿Cómo se ha planteado el pregón? ¿Es literario?

Respuesta. Sí, va a tener sin duda un tono literario, pero va a ser divertido, festivo y participativo. Voy a aplicar al pregón lo que he aprendido en el Festival de poesía de Medellín, en el que estuve en julio, donde la gente participa muchísimo.

P. ¿Más cerca de su parte de poeta que de narrador?

R. No, va a tener un poco de los dos, del poeta y del narrador. La poesía siempre ha tenido ese componente de celebración. Ahora mismo no, parece que toda la poesía es elegiaca, pero siempre ha habido himnos y poesía de humor. En este caso va a ser así: algo muy ligero y participativo.

"Me lo voy a tomar como unas vacaciones" "Las fiestas son participativas, como la gente de Bilbao"

P. Como pregonero ha hecho declaración de su voluntad de representar a sus compañeros de profesión.

R. Creo que el pregonero este año no es solo Kirmen Uribe, sino todos los escritores vascos, los que escriben en euskera y en castellano. Yo me lo tomo así, creo que me han elegido por ser escritor y yo lo hago extensible a todos los escritores de por aquí. Se está haciendo una labor buena, y están saliendo cosas de calidad, y todos serán pregoneros.

P. ¿Qué significa que se elija a un escritor?

R. Es un gesto a la gente de la cultura, de la literatura en particular. Es un premio a la labor realizada en estos últimos años en Euskadi. Y creo que, en particular, es un reconocimiento a la novela Bilbao-New York-Bilbao a todo el recorrido que ha tenido. Para mí es muy bonito que un escritor pueda participar en algo tan popular, es crear un puente con el mundo de la literatura, que puede tener una imagen de cerrado y serio, y ponerlo en el escaparate. Los escritores no solo hablamos de literatura.

P. ¿Es muy fiestero?

R. Últimamente no tanto, pero en mis años mozos sí lo he sido, como todos. La verdad es que todos los años voy algún día a la Aste Nagusia, a los conciertos, al teatro. Me gustan mucho las fiestas de Bilbao.

P. ¿Por qué?

R. Me gusta que la gente salga a la calle, que participe. Hay asistencia a todos los eventos. Igual es por la gente de Bilbao que es muy activa, que está orgullosa de su ciudad, le gusta, y le gusta estar con otros en la calle. También las fiestas son así, como la gente de Bilbao. Todo el mundo está muy receptivo y se crea un buen ambiente.

P. Ha reconocido que la propuesta de ser pregonero le produjo vértigo. ¿Cómo lo superó?

R. Cuando me dijeron que me habían propuesto las comparsas y había sido aceptado por todos los grupos políticos del Ayuntamiento pensé que era un regalo. Cambié de chip y deje atrás los miedos. Estoy orgulloso y contento.

P. ¿Qué tal se ve con la chaqueta amarilla y el bicornio con plumas?

R. Bueno, festivo vamos a decir (riendo a carcajadas). Me siento disfrazado pero el traje da mucha fuerza. Es como la poción mágica de Asterix, te anima para salir, te da buen rollo. Me sienta bien, pero por dentro.

P. ¿Qué papel le corresponde al pregonero a lo largo de las fiestas?

R. Hay que hacerlo bien. Si aceptas, tienes que ser activo, procurar ir a los actos y participar a lo largo de toda la Aste Nagusia. El pregonero deber ser la imagen de las fiestas, una persona que sirva para unir a la ciudadanía de Bilbao.

P. ¿Irá a todo?

R. Sacaré energía para llegar a todo lo que pueda, a los sitios que me inviten. No me gusta ser desagradecido.

P. ¿Y la relación con la txupinera?

R. Hemos conectado muy bien. Vamos a ser dos representantes cercanos y divertidos.

P. ¿Qué le parece el reparto de roles entre el pregonero, casi siempre un hombre, y la txupinera, siempre una mujer?

R. A mí no me importaría ser txupinero y dejarle el pregón a otro u otra. Ya toca que cambie: un txupinero y una pregonera, que ha habido pocas.