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Los municipios turísticos se desligan de la libertad de horario comercial

Fernando J. Pérez

Los municipios turísticos de Andalucía, en especial aquellos de menor tamaño, se han ido desenganchando de la libertad de horario comercial que les otorga la declaración de zona de gran afluencia turística, figura implantada en 1996. En la actualidad al menos 11 ayuntamientos que, a petición de sus asociaciones de comerciantes, solicitaron en su día a la Junta acogerse a esta categoría han renunciado a ella, casi todos por la vía implícita de no renovar la solicitud al expirar el plazo de cuatro años y solo dos -El Puerto de Santa María (Cádiz) y Torrox (Málaga)- por renuncia expresa.

La declaración permite a los comerciantes de estas localidades abrir sus puertas todos los días en los periodos de gran movimiento turístico -en general del 1 de julio al 15 de septiembre y en Semana Santa-, así como con motivo de acontecimientos como el Gran Premio de motociclismo de Jerez. En la actualidad, 22 localidades -todas costeras excepto Jerez- gozan de este derecho.

Once localidades han renunciado a ser zona de gran afluencia turística

Los pequeños y medianos comerciantes consideran que esta liberalización de horarios es lesiva para sus intereses. "La condición de municipio de gran afluencia turística a efectos de horarios comerciales solo ha beneficiado a los formatos de gran distribución comercial y ha perjudicado al pequeño y mediano comercio, que no puede soportar la apertura en domingo y festivos por el coste salarial tan enorme que tiene", afirma Enrique Gil, presidente de la Federación de Comercio de Málaga (FECOMA). En esta provincia se ubican la mayoría de los municipios con libertad horaria.

De opinión menos crítica es Manuel García-Izquierdo, presidente de la patronal andaluza del pequeño y mediano comercio (CECA). Según él, este mecanismo de libertad horaria no afecta especialmente a su sector: "El comercio de menos de 300 metros cuadrados de superficie puede abrir los 365 días del año, y si realmente hay clientela, los primeros interesados en abrir somos nosotros, y más con la crisis que hay", opina. García-Izquierdo reconoce, no obstante, que "donde no se declara la zona de gran afluencia le crean una competencia y lo que se consume en domingo se deja de consumir en los otros días".

Esta categoría se adquiere, según la orden que la regula, cuando en determinados periodos del año la población sea "significativamente superior" a la habitual. Esta vaga fórmula legal se ha concretado en la mesa de concertación formada por la Junta, las asociaciones empresariales y los sindicatos. "En comercio nada se hace sin el consenso absoluto del sector. Hemos decidido que ese aumento significativo de población sea de al menos el 50%", señala María Dolores Atienza, directora general de Comercio de la Junta.

Cuando se puso en marcha esta figura hace 15 años, la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte recibió un aluvión de peticiones. "La declaración de zona de gran afluencia persigue cubrir las necesidades del turismo, especialmente en áreas de costa donde la población se llega a duplicar o triplicar. Lo mismo que se refuerzan áreas como la recogida de residuos o la seguridad, tienes que dar otros servicios", afirma.

Sin embargo, considera la responsable autonómica de Comercio, con el tiempo esta figura "va perdiendo su razón de ser": "En Andalucía hay cobertura comercial suficiente como para que no se produzca desabastecimiento. Tenemos sobre la mesa el replanteamiento de la zona de gran afluencia turística, pero tanto empresarios como trabajadores tienen que estar de acuerdo en su reforma", sostiene Atienza.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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