El Gobierno accede a retirar el alga tóxica del embalse de As Conchas

Después de las críticas llegadas desde practicamente todos los frentes -una manifestación vecinal o la petición de cese del presidente por parte del senador nacionalista Xosé Manuel Pérez Bouza- la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil asegura que durante la próxima semana retirará las algas acumuladas en la superficie del embalse de As Conchas, en la comarca de la Baixa Limia. Se trata de una solución provisional a la espera de un tratamiento definitivo en el que trabaja el organismo público junto con investigadores de la Universidade de Santiago.

La limpieza ahora anunciada contradice las primeras palabras del presidente de la institución de gestión de la cuenca del Miño-Sil. Francisco Fernández Liñares aseguró hace una semana que "no existía solución para este tipo de contaminación" y que que únicamente restaba esperar a las lluvias de otoño para frenar el brote de cianobacterias.Pablo Álvarez, secretario de la asociación de vecinos de Lobeira y uno de los organizadores de la manifestación del pasado domingo, aseguró a este periódico que Liñares es un "irresponsable" y "se contradice" porque hace un mes decía que era algo inocuo. Valora positivamente la limpieza, que l relaciona con la presión de los medios de comunicación y con las críticas de las autoridades de Portugal. Con todo, Álvarez mantiene que la solución no pasa por limpiar la superficie, ya que la toxina se reproducirá. Los vecinos acusan además a la Confederación y a la Xunta de dejadez de funciones, porque llevan con el problema cuatro meses. El decreto de aguas de baño obliga a las administraciones a comunicarse con la autoridad sanitaria cuando "el perfil muestre propensión a la proliferación de cianobacterias". En caso de que exista un riesgo para la salud, los poderes públicos deberán adoptar medidas.

La mala gestión del problema puede llegar a poner en riesgo la declaración de Reserva de la Biosfera que tiene la zona del embalse desde mayo de 2009. Entonces la Unesco reconoció el Xurés-Gerês como espacio de ecosistemas terrestres para la conservación de la diversidad biológica y uso sostenible.

El catedrático de genética en la Universidad Complutense de Madrid y autor del estudio que ha determinado la toxicidad, Eduardo Costas, afirma que la única solución pasa por vaciar el embalse 25 días para limpiar los lodos. Y el portavoz vecinal asegura que respeta el trabajo de la Universidade de Santiago, pero dice que el estudio de la Complutense, con 25 años de experiencia en la materia, ya propone una solución efectiva. Esta, añade, choca con los intereses de Gas Natural-Fenosa, porque el vaciado del embalse supondría la paralización de la producción eléctrica.

Desde Adega afirman que la contaminación procede de los residuos no tratados de la agroindustria de A Limia y en los intereses de la empresa que gestiona la presa, que mantiene estancada el agua "por intereses económicos".