Encierros de discordia en Leganés

El anuncio de la empresa Asuntos Taurinos y Espectáculos S.L. de cobrar 12 euros a los asistentes a los encierros de Leganés (16, 17 y 18 de agosto) ha levantado en armas a los peñistas locales, que amenazan con boicotearlos y no colaborar en las medidas de seguridad en caso de que estos no sean gratuitos. El alcalde de la ciudad, Jesús Gómez (PP), no cede ante las exigencias del empresario Julio Torres Vérez, quien le pide que subvencione con 6,5 euros cada entrada. Sería la primera vez que los vecinos tuviesen que pasar por taquilla para asistir a los encierros, unos de los más populares de la Comunidad de Madrid.

Hasta ahora el Ayuntamiento había subvencionado cada año parte de la entrada al evento pero este año Gómez, alcalde desde hace dos meses, considera que es la empresa, según estipula en su contrato (la otra parte interpreta lo contrario), la que debe responder de este gasto. El Ayuntamiento, por el momento, no cede ante lo que considera "un chantaje" de Torres Vérez, responsable de la empresa concesionaria de La Cubierta. El empresario, después de negociar sin éxito durante varios días con los responsables municipales, anunció el martes por su cuenta que cobraría la entrada y mandó a imprimir carteles donde se anunciaba este hecho insólito.

El empresario pide que el Ayuntamiento subvencione la mitad del coste

El nuevo alcalde se acoge al contrato y declara que no cederá al "chantaje"

Faltaba por saber qué opinan sobre el asunto los peñistas, uno de los pilares de estas fiestas, y ayer mostraron su parecer a través de una carta abierta dirigida al empresario. En ella expresaban su apoyo al Ayuntamiento ante lo que consideran "una propuesta abusiva" por parte del adjudicatario. En caso de que este no desistiese de su actitud de cobrar a la gente, las peñas "se plantearían dejar de colaborar en los encierros con las labores de seguridad que veníamos desempeñando desde hace tantos años en la plaza de toros y dejar de participar en la becerrada".

Con aires cervantinos, en la misiva se dice que si Torres Vérez finalmente decreta libre de pago los encierros "lograría el agradecimiento popular por tan noble acción". El presidente de la coordinadora de peñas, Juan Félix Rojas, va más allá y considera que cobrar por entrar en la plaza dispararía el riesgo de que haya cornadas durante los encierros: "Por ahorrarse los 12 euros mucha gente va a intentar entrar por la puerta de los toros y lo más probable es que se cree en ese lugar un cuello de botella que puede resultar muy peligroso para los participantes". Esto ya ha ocurrido en otras ocasiones.

El año pasado el Ayuntamiento desembolsó 120.000 euros para que el encierro fuese gratuito, según los actuales gestores municipales. Los tiempos parece que han cambiado y con la llegada de Jesús Gómez se pregona austeridad y contención de gastos. La concejal de Festejos y Participación Ciudadana, Noemí Selas, asegura que se ha reducido el presupuesto de las fiestas respecto a las del año pasado en un 53%: han pasado de costar 258.000 euros a 120.000 euros.

Otra decisión tomada por Gómez que convierten estas fiestas en las más atípicas de los últimos años es que él mismo dará el pregón. Se le ha criticado por el excesivo protagonismo que va a tener en sus primeras fiestas aunque su equipo de gobierno lo defiende como una forma de ahorrar. Puestos a meter el bisturí, Gómez ha presentado también un nuevo escudo y una nueva imagen corporativa para el Ayuntamiento, recuperando elementos del escudo oficial de la villa. Gómez considera que el anterior era "demasiado abstracto". "No se veían representadas las armas del Marqués de Leganés ni los símbolos de Castilla y León y, además, no ha costado ni un euro a los vecinos de Leganés", explicó durante la presentación. El diseño ha corrido a cargo del asesor de Proyectos de la Concejalía de Obras, Infraestructuras y Mantenimiento, Prudencio Cerro. O sea que ha costado cero euros. "No es tiempo de despilfarro ni de tirar el dinero", repitió Gómez como un mantra. Por ahora no hay quien le toque el bolsillo a Gómez, un alcalde low cost.