La mitad de los presos en cárceles de la Comunidad Valenciana son reincidentes

El 50,74% de los internos que se reparten por los siete centros penitenciarios de la Comunidad Valenciana ya había pasado por prisión. En el caso del centro de Picassent (Valencia), el porcentaje sube hasta un 57,10%, siete puntos por encima de la media y un 2% más que la media nacional. Es uno de los datos recogidos por el informe que ayer remitió Acaip (Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias) donde se evalúa la situación de la población reclusa en la Comunidad Valenciana que, este año, se ha reducido en un 5%, al pasar de 8.182 de 2010 a los 7.766 que había a fecha 1 de junio de 2011.

Una de las novedades del informe está en el impacto que el paro está teniendo entre los reclusos en tercer grado. Pese a estar obligados solo a dormir en prisión, el desempleo les empuja a permanecer en ella también durante el día, contribuyendo a una saturación para la que las cárceles no están preparadas.

El mayor porcentaje de internos está en régimen ordinario con un 72,53% de presos, que se ha incrementado desde el pasado año en más de un 2,5%. Acaip destaca también el aumento en un 18,40% de presos en primer grado, los más peligrosos, que, en el caso de Picassent, ha supuesto doblar los que había en 2010, pasando de 16 a 31. El perfil del preso en la Comunidad Valenciana es un hombre, de entre 31 y 40 años, condenado a una media de entre 8 y 15 años en régimen ordinario.

Coincidiendo con la publicación de este informe, el sindicato CSIF alertó de la previsible reducción de la plantilla de funcionarios, que podría alcanzar un 40% en los próximos ocho años por jubilaciones pendientes, y pidió el aumento de las plazas convocadas. Esto afectaría particularmente a centros penitenciarios como Albocàsser, Villena o Picassent donde, según el sindicato, módulos que deberían estar vigilados por 21 o 23 funcionarios están controlados por 17 o 18.