Los agricultores pierden más de medio millón por robos de cobre en Castellón
Los agricultores de Castellón no pueden más. Durante la última temporada los continuos robos en instalaciones de pozos de riego han supuesto pérdidas de más de medio millón de euros. Los daños colaterales son mayores. "Según un informe del Seprona, de cada 500 euros que [los ladrones] consiguen ganar revendiendo el cobre extraído provocan pérdidas de entre 10.000 y 60.000 euros", sostiene el presidente de Fepac-Asaja en Castellón, Néstor Pascual. Ahora, además, hay una oleada de robos de contadores que está provocando serios problemas para regar las cosechas.
Según explica el presidente del sindicato de riegos de Castellón, Pepe Pascual, "la última fechoría costó 70.000 euros". Más allá de lo material, los agricultores se quejan también de otras dificultades. "Teníamos uno de los sistemas más modernos de Europa, y ahora, al quitarnos los contadores tenemos que regar a ojo, lo que supone más gasto de agua y pérdidas por riegos indebidos", explicó. Y el problema es que los contadores no se pueden reponer porque las sustracciones son tan elevadas que la fábrica que los suministra se ha quedado sin existencias.
Para intentar atajar este problema que los agricultores llevan ya años soportando, el Ayuntamiento de Castellón puso en marcha una campaña de control que arrancó a mediados del mes pasado. Aunque no se lograra detener a nadie, desde el sector apuntan que estos dispositivos tienen un efecto disuasorio y van más allá. "Ya que existe una policía de proximidad en la ciudad nosotros pedimos otra para el campo", dijo ayer Néstor Pascual, quien denunció que en muchos casos el desconocimiento de los agentes llega a límites extremos. Así, recordó el caso de una patrulla que vio cómo varias personas estaban cargando naranjas "en cajas de distinto tamaño y color, sin báscula..." y no hicieron nada porque creyeron que eran temporeros.
Además de cobre y cosecha, los asaltantes se llevan hasta tractores. "La semana pasada en El Maestrat se llevaron dos", afirmó. Otras veces, cuando son descubiertos por los agricultores, lo que en principio iba a ser un hurto pasa a mayores. Según cuenta Pascual, uno de los trabajadores del sindicato sufrió una agresión recientemente.
"Estamos ante algo muy grave, es una plaga que no tenemos cómo combatirla", asegura. Afortunadamente, hace poco los agentes dieron con uno de los talleres que compraba el cobre robado. "Es un taller que tiene ya varias denuncias del Seprona y está pendiente de clausurar", dice con satisfacción.
Pero el robo de cobre no solo afecta al campo y a los agricultores. La policía nacional ha detenido a tres hombres acusados de receptación y robo con fuerza después de localizar en dos trasteros de un garaje de Guadassuar, en Valencia, 25 rollos de cobre, con un peso aproximado de 800 kilos. El material estaba valorado en alrededor de 15.000 euros.
Según informaron desde la Jefatura Superior de Valencia, el cobre fue sustraído la noche del 26 julio en las obras de canalización de cable del alumbrado del polígono del Pla de Alzira.
