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El Superior tendrá que resolver la mayor oposición sanitaria de España

El Satse denunciará la convocatoria al entender que vulnera la Constitución

Los servicios jurídicos del principal sindicato de enfermería, el Satse, aprecian "criterios de inconstitucionalidad" en la nueva Oferta Pública de Empleo (OPE) de Osakidetza, cuyas bases fueron publicadas la pasada semana. Con 2.600 plazas, es la mayor oposición sanitaria del año en toda España, seguida a distancia por Aragón, con 433 plazas.

El Satse se sumará así esta misma semana al Sindicato Médico de Euskadi (SME), que ya hace unos días anunció que llevaría la OPE a los tribunales. Ambos, las únicas centrales profesionales con representación en la mesa sectorial del Servicio Vasco de Salud, han optado por este camino, pero con una diferencia relevante. El Satse, además de impugnar la convocatoria por la vía de lo Contencioso-Administrativo, también presentará en el Tribunal Superior una denuncia de tutela de los derechos fundamentales, por la vulneración del principio constitucional de igualdad que aprecia en las bases de la convocatoria, que podría conllevar, a su entender, la paralización de la propia oposición.

Osakidetza espera 100.000 aspirantes para las 2.600 plazas que oferta
La negociación del convenio, caducado hace dos años, se halla paralizada

Sanidad no quiso comentar ayer la denuncia sindical hasta que no se presente efectivamente en el Superior.

Encarna de la Maza, portavoz del Satse en Euskadi, adelantaba ayer en la SER y ratificó luego a EL PAÍS que su organización presentará oficialmente antes del viernes sus actuaciones judiciales. ELA analiza adoptar medidas similares y CC OO ya anunció la semana pasada que impugnaría la convocatoria.

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El paso dado por el Satse se suma al aluvión de críticas que están recibiendo Osakidetza y el propio Departamento de Sanidad. Las voces contrarias se retrotraen a mayo, cuando Osakidetza aprobó la OPE, por primera vez en su historia de forma unilateral. Ningún sindicato la apoyó.

Con la convocatoria oficial en la mano, las críticas se han acrecentado, moviéndose entre peticiones sindicales de más plazas -en su momento ELA habló de 5.400- y la censura al retraso que lleva la oposición, que el consejero, Rafael Bengoa, anunció en su día para noviembre de 2009. Algunas centrales critican también el cambio del modelo de examen, que ha supuesto dejar de lado la fórmula de las dos últimas convocatorias: una batería cerrada de preguntas que no era discriminatoria, según Osakidetza, porque, por ejemplo, en la última convocatoria de Enfermería, 3.067 candidatos lograron la máxima puntuación, con lo que el euskera se convertía en el elemento diferencial. Ahora se vuelve al modelo usado hasta 2002, con un temario abierto.

Sanidad ha empleado el cambio del examen para dos cuestiones: primar la formación y la experiencia y reducir el valor que se da al euskera, que con la misma puntuación pasará a tener menos importancia. El examen reduce las posibilidades de alcanzar la máxima puntuación, por lo que el euskera pierde peso.

Esta solución intermedia no parece contentar a nadie. Desde LAB hasta Kontseilua y Behatokia, el observatorio de los derechos lingüísticos, que ha puesto en manos de sus servicios jurídicos las bases de la oposición, pasando por PNV, Aralar y EA, han deplorado esta opción. Las declaraciones de Bengoa, quien censuró el "intento de ir demasiado rápido con la euskaldunización" en anteriores oposiciones, han echado el resto. A la convocatoria se espera que se inscriban 100.000 personas.

El apartado del euskera ha sido arduamente debatido en el Parlamento ante una batería de iniciativas del PP, que ha lanzado sus críticas más duras de los últimos meses a Sanidad por no haber rebajado el peso del euskera, que sigue en el 10%. El socio preferente del Gobierno ha acusado a Sanidad de "incumplir un mandato parlamentario" y de hacerlo a través de una "absoluta chapuza". Osakidetza replica que no se podía tocar este aspecto por estar normativizado. La parlamentaria popular Laura Garrido explicará hoy la postura de su formación.

Decenas de opositores, durante la última OPE celebrada por Osakidetza, en 2008.
Decenas de opositores, durante la última OPE celebrada por Osakidetza, en 2008.LUIS ALBERTO GARCÍA

Unas relaciones laborales en declive

El de la Oferta Pública de Empleo es el enésimo desencuentro en materia laboral entre Osakidetza y los sindicatos. A él se suma más de año y medio sin renovar el convenio, que caducó en diciembre de 2009 y cuya negociación se halla congelada desde hace varios meses.

En este tiempo, el Servicio Vasco de Salud ha cambiado de director de Recursos Humanos. Su responsable al inicio de la legislatura, Esteban González, abandonó su cargo para convertirse en directivo de Lanbide. Este baile de responsables conllevó un retraso en la negociación que se ha visto acrecentado por las reuniones de la mesa específica que se creó para tratar de resolver el conflicto laboral generado por la reestructuración del servicio de Puntos de Atención Continuada (PAC).

La negociación terminó a mediados del mes pasado, pero lo hizo con un acuerdo que se limitó a UGT, una de las centrales que tiene menor representación en la mesa sectorial de Osakidetza. El resto de sindicatos censuró este acuerdo, que incluyó también a trabajadores del servicio de emergencias y a los médicos de urgencias.

A ello se ha sumado el plan de contención del gasto que ha impulsado el Departamento de Sanidad. Aunque este paquete de ideas ha llevado a Euskadi a estar en el grupo que encabeza los sistemas sanitarios de España en cuanto a su salud económica, también ha generado críticas sindicales, ya que uno de los aspectos en los que los gestores están endureciendo la gestión es en la sustitución del personal. La máxima que ha perseguido Osakidetza desde el principio es que la contención del gasto no perjudique a los pacientes. Varios sindicatos constatan que ha habido menos contrataciones desde que se puso en marcha el plan en 2010.

En plena temporada estival, y con buena parte del personal de vacaciones, las protestas brillan por su ausencia, que durante el curso sí se han producido frente a hospitales como el de Cruces. Con todo, sindicatos como ELA prevén un otoño conflictivo.

Las cifras

- 2.600 plazas se ofertarán en esta convocatoria. La mayoría están dirigidas a reducir la interinidad de trabajadores de Osakidetza que ya cubren estas plazas.

- 320 plazas son nuevas.

- Tres convocatorias se han hecho públicas ya: la de Pediatría, con 61 plazas que garantizarán que todos los niños menores de 14 años sean atendidos por estos especialistas; 26 de Radiología y 23 de Ginecología. Son las que más urgen. Los exámenes esrtán previstos para noviembre.

- 100.000 personas es el número de inscritos a la OPE que espera superar Osakidetza. Es la cifra más numerosa de las tres últimas Ofertas Públicas de Empleo.

- El próximo mes de septiembre se convocarán más especialidades.

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