Egibar elude valorar las actividades ilegales atribuidas a la red De Miguel

Del abrazo al silencio. Han pasado tres meses desde que Joseba Egibar recibió con un fuerte abrazo en el hall del Parlamento vasco a Alfredo de Miguel, exdiputado foral alavés y exmiembro del Araba Buru Batzar, antes de comparecer ante la comisión que investiga el caso que lleva su nombre. Entonces, el apoyo de Egibar fue nítido, un gesto que el PNV trató de justificar en base a la relación personal entre ambos jeltzales para sostener el cordón sanitario que el partido ha creado en torno al caso De Miguel.

Ahora, en cambio, cuando se ha conocido un extenso informe elaborado por la Ertzaintza sobre las presuntas actividades ilegales de la mayoría de los imputados en esta trama radicada en Álava, Egibar guarda silencio y evita pronunciarse sobre la catarata de irregularidades que se han venido publicando desde hace dos semanas.

Ayer, durante su comparecencia en una rueda de prensa en el Parlamento, en su primera actividad pública tras la difusión del informe de la Ertzaintza, el portavoz del PNV evitó toda referencia a pesar de las preguntas que se le formularon.

Este silencio de quien apoyó públicamente a Alfredo de Miguel en las puertas de la comisión de investigación, contrasta con las voces que vinculan al PNV con la supuesta trama. De hecho, el secretario del PSE en el Parlamento, Oscar Rodríguez, pidió empezar a hablar del caso PNV y la portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, apuntaba a que podría existir un vínculo en la financiación.

En declaraciones a Radio Euskadi, Egibar aseguró en enero -días antes de reunirse con De Miguel y de que este y otros dos imputados devolvieran sus carnés de afiliados- que "ha quedado demostrado que no hubo cobro de ninguna comisión". Ayer, optó por el silencio.