La fiscalía alaba la limpieza pero pedirá que se complete
El Seprona no ve indicios de delito tras inspeccionar la zona
La Fiscalía de Medio Ambiente de Madrid no presentará ninguna denuncia tras finalizar la investigación abierta hace un mes sobre las condiciones de insalubridad en las que se encontraba el poblado chabolista de El Gallinero, en el que sus habitantes convivían con focos de ratas y numerosos montones de chatarra y desperdicios. No obstante, el Ministerio Público se pondrá en contacto con el Consistorio madrileño para solicitarle que la limpieza de la zona sea completa, ya que todavía persiste un foco de basura, aunque de un tamaño menor.
Las pesquisas se iniciaron por orden del fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Madrid, Eduardo Esteban, a raíz de las denuncias presentadas por el sacerdote Javier Baeza, párroco de San Carlos Borromeo de Entrevías y coordinador de la Coordinadora de Barrios; y Jorge Rodríguez, que se encarga de las actividades de intervención social de esta parroquia. Tras una reunión, el fiscal jefe de la Audiencia Provincial se comprometió a iniciar la investigación, trasladando la misma a la Fiscalía de Medio Ambiente madrileña, que fue quien se encargó de esclarecer las posibles responsabilidades penales que pudieran existir por la acumulación de toneladas de basura en el poblado situado en torno al kilómetro 11 de la carretera de Valencia.
El párroco presentó una denuncia por la acumulación de montones de basura
Los agentes tomaron muestras tras avisar de que no iban de redada
No obstante, fuentes del Ministerio Público explicaron a este periódico que en los próximos días solicitarán al Ayuntamiento de Madrid que complete la limpieza de la zona, ya que todavía existe un pequeño foco en el que se concentran las basuras. El propio Eduardo Esteban alabó los trabajos realizados, que calificó como "muy importantes".
Fuentes de la fiscalía aseguran que la justificación que los operarios de limpieza han relatado a los vecinos de El Gallinero para no limpiar ese foco residual es que esos montones de basura no están incluidos en los planos de la intervención acordada por el Ayuntamiento. En este sentido, argumentan desde el Ministerio Público que las condiciones del foco chabolista se podrían comparar con un "ser vivo", por lo que las columnas de basura han podido desplazarse o ampliarse desde que se decidió la intervención.
La denuncia de Baeza y Rodríguez ante la fiscalía se sustentaba en el deterioro ambiental del poblado y el riesgo para la salud de las 500 personas (unos 330 menores de edad), aproximadamente, que viven allí, como consecuencia de la degradación sociosanitaria. Tras la apertura de las diligencias por parte de la Fiscalía de Medio Ambiente madrileña, los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se desplazaron a la zona. Ahí coincidieron con el segundo día de la limpieza, que ha sido "exhaustiva", destaca el fiscal jefe madrileño, para quien la limpieza de este terreno es un empeño personal. Para evitar malos entendidos con los pobladores, los guardias avisaron antes de su llegada, asegurando que no se trataba de una redada, sostienen algunos de los vecinos, que tras finalizar los trabajos de limpieza han visto cómo sus viviendas ya no conviven a diario con ratas, pese a que todavía no es extraño encontrarse con estos animales.
Ya en el poblado, los agentes se desplegaron para iniciar el informe, en el que de forma exhaustiva analizaron la situación en la que se encontraban las chabolas y los montones de basura. Para ello tomaron muestras en la zona, comprobando la limpieza efectiva del territorio. Al final, la Fiscalía de Medio Ambiente concluye, basándose en el documento de la Guardia Civil, que no hay indicios de que se haya podido cometer algún delito ambiental. Al mismo tiempo, el Ministerio Público alaba los trabajos desplegados por los operarios del Consistorio madrileño, que se han alargado durante varias semanas.
Precisamente, la coincidencia entre la denuncia del párroco de San Carlos Borromeo de Entrevías ante la fiscalía y el inicio de los trabajos por parte de los empleados desplegados por el Ayuntamiento de Madrid en la zona hace pensar que la investigación del Ministerio Público pudo favorecer el inicio de la limpieza del poblado de El Gallinero, pendiente desde que en un pleno del Ayuntamiento de enero de 2010 el equipo de gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón se comprometiera a hacerlo, argumentan fuentes de la fiscalía madrileña.
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