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El FMI pide subir el IVA y recortar el gasto en funcionarios e inversiones

El Fondo propone aumentar también los impuestos sobre los carburantes - El organismo desconfía de las previsiones de crecimiento y déficit del Gobierno

La economía española se recupera, pero queda mucho por hacer. "España no está fuera de la zona de peligro", esa es la lectura general que hace el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe anual sobre la economía española, publicado apenas unas horas después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunciase el adelanto de las elecciones. El FMI aprueba en líneas generales las reformas de Zapatero, pero advierte que quedan asignaturas pendientes, muchas de las cuales deberá abordar ya el próximo Gobierno.

En su informe, el FMI vuelve a defender que se abarate el despido y se acometa una reforma laboral más ambiciosa. Y, aunque señala que el proceso de consolidación fiscal va encaminado, advierte que la crisis de la deuda soberana ejerce presión y pide medidas adicionales para reducir el déficit, como elevar el IVA y los impuestos especiales (en particular sobre los carburantes), recortar las inversiones y reducir el gasto corriente, en particular en la nómina total de los funcionarios.

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"Las autoridades españolas respondieron a los retos económicos con un fuerte y amplio abanico de políticas", señala el documento aprobado por el consejo del Fondo. "Eso ayudó a reforzar la confianza del mercado". Pero puede no bastar: al organismo le preocupa la situación del mercado laboral, junto a un sector de la vivienda que precisa sigue en una fase de ajuste, y desconfía tanto de las previsiones de crecimiento como de déficit del Gobierno.

El FMI califica de "optimista" el objetivo de reducir el déficit al 3% del PIB para 2013. Aunque reconoce los esfuerzos realizados hasta ahora, el Fondo desconfía de que se vayan a cumplir las previsiones de futuro sin medidas adicionales. Y el Fondo lanza sus propuestas. Recomienda que se suba de nuevo el IVA, "aún relativamente bajo", y los impuestos especiales, en concreto sobre los derivados del petróleo como la gasolina o el gasóleo. También pide un recorte en las inversiones públicas y del gasto corriente, y ahí es donde señala que la nómina total de los funcionarios se mantiene por encima de la media de la zona euro debido a que ha crecido mucho por el aumento del personal público. El Fondo no detalla si el recorte de la nómina pública se debe hacer mediante una reducción del número de funcionarios o mediante una rebaja adicional directa de sus sueldos, tras la del 5% aprobada el año pasado. La pretensión del actual Gobierno es ir recortando el gasto cubriendo solo una parte de las bajas.

La otra pega la pone a nivel regional: señala que más de la mitad de las autonomías incumplen sus objetivos de déficit y ve necesarias más medidas de control.

La rapidez del ajuste fiscal, dice el consejo ejecutivo, es clave para la preservar la confianza. En términos generales, prevé que el déficit baje al 6,2% del PIB este año, dos décimas más que el Gobierno, pero de ahí en adelante la diferencia se agranda.

La proyección de sus economistas es que el déficit sea del 5,1% del PIB en 2012, frente a la previsión oficial del 4,4% y que en 2013 se incumpla el objetivo de llegar al 3% del PIB, pues el FMI prevé el 4,3%. Por eso, y ante el riesgo de que el crecimiento sea menor, cree que Madrid debería tener en la recámara medidas adicionales equivalentes al 2% del PIB (unos 20.000 millones). La deuda, señala, sigue creciendo y llegará al 74%.

De hecho, tal y como ya había publicado en abril pasado, el FMI prevé al menos cinco años más de débil crecimiento para la economía española, que, según sus cuentas, no volverá a crecer por encima del 2% como mínimo hasta 2017. Además, el FMI habla por lo general de "riesgos a la baja" para la economía.

Del lado de los precios, la inflación, del 3% este año, será luego inferior al 2% anual hasta 2016. La tasa de paro seguirá en el 20,1% este año, pero luego irá bajando: al 18,6% en 2012; al 17,2% en 2013 hasta el 14,8% de 2016.

El FMI pone de relieve que la tasa de paro española es "inaceptable" y la compara con la de sus socios, al señalar que "es más del doble" a la media de la zona euro. Aun así, los miembros del consejo ejecutivo reconocen el "esfuerzo" que está haciendo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para reducir "las rigideces" del mercado laboral.

Pero reclama una reforma laboral más "ambiciosa" que rebaje a la vez el coste del despido y que eleve la productividad para que se rebaje el alto paro estructural que acosa la economía española.. El organismo que dirige la francesa Christine Lagarde insiste en un sistema de negociación de los salarios más "descentralizado" y que no dependa tanto de la marcha de la inflación. Curiosamente, la propia Lagarde firmó en su contrato como directora gerente del FMI que su salario base inicial de 467.940 dólares (320.000 euros), al que se suman 83.760 dólares (57.000 euros) en dietas y gastos de representación que no está obligada a justificar, se ajustará durante los cinco años de mandato en función de la inflación del área metropolitana de Washington, sin la más mínma referencia a su productividad.

La creación de empleo es una de las prioridades que se fijó Lagarde como directora gerente del FMI, porque considera que el paro es una fuente de inestabilidad social y lastra el crecimiento de un país. Existe además el temor de que la lenta salida de la recesión enquiste más la frágil situación del mercado laboral.

España además sufre una profunda dualidad en el empleo. Washington quiere ver resultados para que los dos extremos se acerquen y se incentive la contratación fija sobre la temporal que domina entre los jóvenes. Si no, insiste, España deberá proceder a una reforma aún más ambiciosa. En juego, señalan, está la competitividad de la economía.

En el sector financiero, el FMI señala que los bancos están reduciendo su nivel de apalancamiento y elevando sus colchones de capital, pero que la calidad de sus activos sigue deteriorándose y el crédito está restringido.

También menciona el proceso de integración en curso en las cajas. Una de las recomendaciones que hizo en el pasado el FMI es que esas entidades de ahorro saltaran al mercado bursátil para su recapitalización o acudieran en última instancia al fondo de reestructuración bancaria. Pero es evidente, como en el caso de la consolidación fiscal, que la presión del mercado sigue ahí.

Como señala el FMI, hay dudas sobre las pérdidas reales que están sufriendo los bancos por el ajuste de la vivienda. Por eso ven recomendable elevar los colchones de capital, llegando a exigir a todas las entidades un nivel de capital principal (core Tier 1) del 10%, exigencias mayores que las del Banco de España. También ve necesario ir más allá de los pasos dados para mejorar la transparencia de las cajas.

Se trata de reducir los desequilibrios que se fueron acumulando en la larga fase de crecimiento. Un proceso que el FMI reconoce llevará años completar, pero que requiere de "una acción política decidida". Por eso, pide a las autoridades españolas que no se rindan a la hora de sacar adelante las reformas lanzadas.

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