Triunfo al servicio de las figuras
Cuando salió al ruedo el quinto de la tarde, Productor de nombre y con el hierro de Román Sorando, Morante de la Puebla mandó a su subalterno que lo recibiese. Algunos pitaron su actitud, pero el sevillano quería verlo en sus primeras embestidas. Al estilo de los toreros antiguos, cuando las reses se paraban por el peón de confianza y el matador estudiaba los primeros instintos del astado. Fueron tres lances, suficientes para que el de La Puebla del Río saliese al ruedo pisando distinto, con decisión; tres lances del peón de brega y un gesto de Morante que hizo presumir faena grande.
A pesar de sufrir un resbalón que deslució sus primeras verónicas, el sevillano acarició al de Sorando antes de la media de remate que arrancó un olé unánime en los tendidos. Se mascaba el triunfo. La suerte de varas tampoco existió en este toro. Al igual que sus tres hermanos las fuerzas brillaban por su ausencia y se trataba de no quebrantar en nada al morlaco. Así que los picadores vivieron un día festivo en su paso por Vitoria.
BOHÓRQUEZ, SORANDO / HERMOSO, MORANTE Y TALAVANTE
Dos toros para rejones de Fermín Bohórquez, mansos y poco colaboradores, y cuatro de Román Sorando, nobles y con poca fuerza. El segundo fue devuelto a los corrales por inválido y fue sustituido por un sobrero también de Sorando. Hermoso de Mendoza: pinchazo y rejonazo trasero (silencio) y rejonazo trasero (dos orejas). Morante de la Puebla: pinchazo y media atravesada (silencio) y estocada (dos orejas). Alejandro Talavante: estocada desprendida (oreja) y estocada casi entera (oreja).
Plaza de Vitoria. 25 de julio de 2011. Algo más de media entrada.
El éxito se basó en la exigencia de los toreros y la pobreza del ganado
A Morante le había gustado la forma de meter la cara de aquel zapatito de Sorando, bonito de estampa y cortado a la medida de los toreros artistas. Tocaba disfrutar y lo hizo tanto el torero como los cinco mil aficionados que se dieron cita en el coso vitoriano. No pudo exprimir a su enemigo por la falta de fuerza y ni siquiera llegó a bajarle la mano como deseó en varias series, pero el sevillano disfrutó con los suaves derechazos en los que basó la faena. Unos ayudados por alto rematados con un remate despacioso por el pitón izquierdo firmaron una faena llena de destellos artísticos, que mantuvieron la atención de los espectadores. La estocada certera selló el premio de dos orejas que le llevó a abandonar el coso en hombros.
Pero Morante no se fue solo. Hermoso de Mendoza cortó otros dos apéndices a su segundo enemigo, un soso ejemplar de Bohórquez que apenas colaboró con el navarro. El caballero de Estella tiró de recursos para animar su labor y el público se dejó llevar por esa alegría hasta pedir con fuerza dos benévolas orejas. Es cierto que Hermoso lo puso todo en el esfuerzo, pero no tuvo enemigos con los que lucirse y sus faenas tuvieron más envoltorio que profundidad.
También se llevó dos orejas Alejandro Talavante, que sustituyó al anunciado Cayetano. El extremeño sumó una en cada toro y por eso debió despedirse de los aficionados a pie. Talavante tiró de quietud y de distancias cortas para imponerse a un toro con muy poca fuerza en su primer acto. Una estocada rápida le permitió ser el primero en tocar pelo. En el que cerraba plaza, con el éxito de Morante como anticipo, tuvo que poner todo de su parte, pero al animal le faltó emoción y acabó por dejar en otra oreja una faena amplia en muletazos.
El debut del empresario Tomás Entero al frente de la plaza de Vitoria se cerró con triunfo, seis orejas y dos toreros en hombros. Un éxito basado en la exigencia de los toreros y en la pobreza del ganado, ya que los toros fueron muy justitos y carecieron de fuerzas, como los dos primeros inválidos que sólo permitieron toreo de artificio. Suficiente para divertir al personal, pero demasiado cortado a medida de los toreros, que sólo buscan este tipo de astados, en lugar de basarlo en la emoción que debe reinar en los tendidos.
Toros para Azpeitia
La festividad de Santiago sirve en Azpeitia para ver a los toros que se lidiarán en la feria de San Ignacio. Ayer se cumplió con el rito y los astados de Adolfo Martín, los portugueses de Palha, triunfadores de las dos últimas ediciones, y los de propiedad guipuzcoana de Pedraza de Yeltes ya se alojan en los corrales de la plaza azpeitiarra a la espera de comenzar la feria el sábado.
Los aficionados, que volvieron a responder abarrotando el coso, ya comenzaron a cruzar sus apuestas sobre cuál será el mejor toro de los próximos saninazios . El ciclo que sufrirá la baja del mexicano Arturo Macías, que ha sufrido una fuerte voltereta en un tentadero y no está recuperado para viajar a tierras vascas. Precisamente, Arturo Macías no pudo presentarse al pie del santuario el pasado año al ser corneado día antes en El Puerto de Santa María.
Así, la baja del mexicano deja una vacante en la corrida del próximo 1 de agosto en la que estaba previsto que alternase con Leandro y Alberto Aguilar, que previsiblemente será cubierta por el madrileño Matías Tejela.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.