Oscuros y brillantes
Desde sus inicios, el cuarteto galés ha conjugado con maestría los elementos más oscuros del pospunk. Con el álbum anterior perdieron el paso, pero lo recuperan con creces con su cuarto disco. La intención es evidente desde el primer tema, ese Silver spell que es carne de banda sonora de peli de terror. A partir de ahí, lo que viene oscila entre ese minimalismo áspero y el rock angular con brotes electrónicos para crear tensión. Las melodías contrastan con unas instrumentaciones metálicas, claustrofóbicas, consecuencia directa de los mejores momentos de Gang Of Four, Wire y Pylon. Es un álbum brillante, regido por la ley del riesgo, que es la única por la cual debería regirse un grupo como este.
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