Los talibanes ejecutan a 16 paquistaníes y cuelgan el vídeo
Las víctimas son policías capturados durante unos combates en un distrito fronterizo con Afganistán
La ejecución de 16 policías paquistaníes recogida en un vídeo colgado ayer en Internet refleja la brutalidad de la violencia talibán, que parece acrecentarse con el inicio de la retirada de las tropas extranjeras de Afganistán. El ajusticiamiento de los paquistaníes se produjo en junio. Habían sido capturados tras los combates en el distrito fronterizo de Dir (noroeste de Pakistán) entre las fuerzas de seguridad y un grupo de insurgentes.
El vídeo, de 5,36 minutos, muestras a los policías alineados y con las manos atadas a la espalda y a cuatro hombres armados con Kaláshnikov que les disparan. Después de una ráfaga inicial, se les remata en el suelo uno a uno entre los gritos de los caídos.
Un portavoz del Ejército paquistaní dijo a la cadena británica BBC que todo apunta a que el vídeo, colgado en LiveLeak, "es auténtico". El portavoz indicó que los talibanes que capturaron a los policías son posiblemente los que se habían asentado en el valle de Suat, que cruzaron a Afganistán tras la ofensiva militar de hace dos años que dejó esa zona limpia de militantes y que ahora, reagrupados y recuperadas las fuerzas, vuelven a atacar en el interior de Pakistán.
Según la voz que se escucha en el vídeo, se ejecuta a los policías por ser enemigos del islam y haber matado a seis niños en Suat disparándoles a bocajarro. "Vengamos la muerte de los niños haciendo lo mismo con los paquistaníes capturados", dice la voz.
Organizaciones de derechos humanos paquistaníes también denuncian, señala la BBC, abusos y ejecuciones sumarias de talibanes llevadas a cabo por los soldados, aunque el Ejército lo niega. El portavoz militar se limita a reconocer que en junio se enfrentaron a varios cientos de talibanes en Dir, una zona fronteriza con la provincia afgana de Kunar. En esos combates, que duraron varios días, murieron al menos 27 miembros de las fuerzas de seguridad paquistaníes y 45 militantes, informó el Gobierno.
La situación en las zonas pastunes de Afganistán y Pakistán (los pastunes son el 45% de la población afgana y el 15% de la paquistaní), lejos de pacificarse, según pretenden las tropas de la OTAN, es cada día más sangrienta. Los talibanes, en su mayoría pastunes, quieren dejar claro que el futuro de ambos países pasa por ellos. De ahí que sus ataques sean cada día más audaces y más salvajes, para que el miedo sea una de las bazas con las que puedan jugar a la hora de una negociación.
Estados Unidos critica al presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, y a su Gobierno por no oponerse con rotundidad al extremismo talibán. Sin embargo, Islamabad sostiene que sus fuerzas de seguridad pagan un alto precio en vidas por oponerse a los talibanes y a los miembros de Al Qaeda que se infiltraron en Pakistán tras la guerra desatada por EE UU en octubre de 2001.
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