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PRUEBAS A LA BANCA | BREAKINGVIEWS. REUTERS

Simulacro de examen

Si las pruebas de resistencia a la banca estaban diseñadas para dar una sorpresa en la noche del viernes, fueron un fracaso. Sólo ocho de las 90 entidades más importantes de Europa suspendieron el examen, con una necesidad de capital de 2.500 millones de euros que era incluso menor que la que arrojaba el ya desacreditado examen de 2010. Una oleada de captación de fondos en primavera ha ayudado a algunas entidades a ir tirando pero los reguladores una vez más han ignorado la posibilidad de una suspensión de pagos soberana. Mientras la zona euro intenta controlar los males de la deuda griega, los bancos pueden tener que afrontar pronto una prueba más dura en la vida real.

Las pruebas de 2011 han subido un poco el listón. La Asociación Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) determinó que el único requisito bueno a tener en cuenta era el capital de máxima calidad, denominado core capital Tier 1, que excluye deuda híbrida y otras historietas contables. También obligaba a cada entidad a proporcionar 3.200 datos, suficientes incluso para satisfacer a los más adictos a una información profundamente detallada. Y ha señalado y avergonzado a 16 entidades que todavía necesitarán ayuda después de pasar el examen por los pelos, con un ratio de capital entre el 5% y el 6%.

Pero los poderes de la EBA son limitados. Eso quedó en evidencia cuando el banco federal alemán Helaba se descolgó de las pruebas al ver que no las pasaba, y rápidamente recibió el respaldo del banco central alemán. ATE, la entidad controlada por el Estado griego que ha suspendido por segundo año consecutivo, ha mostrado por ahora escasa urgencia en recomponer su balance. Y el Banco de España, que supervisa a cinco de las entidades que tienen insuficiente capital, dijo el pasado viernes que ninguno de ellos tendrá necesidad de capital adicional, presumiblemente porque las pruebas ignoraron unas provisiones extraordinarias que son obligatorias en el sistema español.

Con todo, lo peor de las pruebas de estrés ha sido volver a excluir una quita del valor nominal de buena parte de la deuda soberana que acumulan los bancos. Es cierto que la EBA ha obligado a algunas provisiones por la deuda griega. Pero las entidades podrían asumir pérdidas de alrededor del 15%. El mercado apuesta por un 50%. La quita puede producirse pronto. Mientras los líderes europeos se preparan para hacer frente a la carga de deuda de Grecia, los bancos pueden verse finalmente obligados a anotarse pérdidas por sus bonos. Los inversores tienen una visión actualizada de por dónde puede venir el dolor. Pero las pruebas europeas a la banca volverán a mostrar que han sido menos estresantes que la realidad. -

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