Benicàssim vuelve por sus fueros

El FIB 2011 no vivirá el ambiente desangelado del pasado año. Los 40.000 abonos con cámping están agotados, y olvidada queda la sangría de público sufrida en 2010, cifrada en más de 15.000 espectadores diarios. Porque una cosa es la descongestión y otra muy distinta la sensación de desamparo. Ernesto González, director de comunicación del festival, atribuye el éxito de este año a dos factores: "Por un lado, la coyuntura de contratación y por el otro, el público objetivo". Y reconoce que "el cartel del año pasado era muy importante, y bastante caro, pero no funcionó tal y como esperábamos". La culpa del rumbo enderezado la tienen los irregulares e icónicos The Strokes, los arrebatadores Arctic Monkeys, los infalibles Portishead, los arrolladores Arcade Fire y los influyentes The Streets. Incluso Brandon Flowers (líder de The Killers), The Stranglers, Friendly Fires, Primal Scream, The Undertones o James Murphy, sin dejar de lado a una buena representación de bandas hispanas, encabezada por Russian Red o Lori Meyers.

El público español supone ya el 50% y los británicos son la mayoría extranjera

Se palpa en el ambiente un cierto aroma de recuperación del público estatal, como lo prueba el hecho de que "estamos en un 50% entre españoles y extranjeros. De los últimos, siguen predominando los británicos, si bien hay una importante subida del público francés, que creo que este año aporta más gente que ningún otro." Casi como en los viejos tiempos. Consultado acerca de posible revelaciones, González dice: "Yo no me perdería a O Emperor, un grupo irlandés que no parece europeo, sino de la California de los sesenta, a los británicos Veronica Falls y a los también irlandeses And So I Watch You From Afar, que me parecen impresionantes, en coordenadas post rock y hardcore." Recomendaciones que no deberían caer en saco roto, porque no proceden de un mero gestor, sino de un músico (cocinero antes que fraile) curtido desde hace más de dos décadas al frente de bandas como Pribata Idaho o Grupo Salvaje.

En la rumorología fibera, por otra parte, hay dos constantes: la idea de una suerte de arcadia musical durante toda la semana, cercana este año con un escenario VillaCamp al que ha acudido poca gente. ¿No hubiera sido mejor abrirlo a todo el público, sin pulseras?: "Pues no lo sé, está acudiendo menos gente de la que esperábamos, pero la hemos instaurado en apenas dos días, con un presupuesto limitado." Y en segundo lugar, la eterna edición paralela en otra latitud, que tras una prueba en Madrid hace tres años, no ha vuelto a repetirse, porque "seguimos buscando, pero no hemos encontrado la localización idónea. Ni las condiciones geográficas, de paisaje, etc...Y no, en principio no depende de la competencia. No sé si la competencia se mueve en función de nosotros." Más bien viene dado "porque es una apuesta de Vince (Power)", que, si uno se atiene a su experiencia previa al frente de Reading/Leeds, tiene su lógica: "De hecho, el círculo se cierra, porque los festivales de Phoenix y Reading/Leeds son el modelo de gestión a seguir".