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La Barcelona de CiU carece aún de estrategia para la cultura

Carles Guerra deja programada La Virreina hasta febrero

La presentación, ayer, de las últimas exposiciones que el director saliente de La Virreina Centre de la Imatge, Carles Guerra, deja en las salas que reestructuró según su personalísimo discurso curatorial hace apenas dos años, fue también el bautismo de Jaume Ciurana, el nuevo teniente de alcalde de Cultura, Conocimiento, Creatividad e Innovación del Ayuntamiento de Barcelona.

Este sector emblemático se encuentra, por primera vez desde la transición democrática, en manos de CiU. No es de extrañar que el interés de las cinco propuestas expositivas, encabezadas por la retrospectiva del cineasta José Val del Omar, que llega del Reina Sofía de Madrid, se viera eclipsado por el deseo de conocer cuál será la estrategia del nuevo equipo del Consistorio barcelonés. Como era de prever, Ciurana no quiso avanzar sus planes por lo que se refiere al futuro de algunos de los equipamientos que dependen de su departamento. Tampoco dio la menor pista sobre cuál puede ser el discurso cultural convergente, más allá de remitirse al nombramiento oficial, la próxima semana, del exgalerista Llucià Homs como "director de relaciones sectoriales".

Ciurana anuncia "una reflexión" y el nombramiento de Llucià Homs

Varios son los frentes del abiertos que tiene ahora el Ayuntamiento. La Virreina tiene el programa cerrado hasta febrero, pero se quedará sin director en septiembre, cuando Guerra se incorpore al Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) como conservador jefe. El proyecto del Canódromo, un edificio singular, necesita aún algo más de tres millones de euros para terminar las obras y arrancar, una suma que parece difícil de encontrar en las actuales circunstancias. Lo que sí tiene es director: Moritz Küng, nombrado a través de un concurso y que, considerada la coyuntura, podría acabar dirigiendo La Virreina, a la espera de que se pueda poner en marcha el Canódromo.

Ciurana no quiso dar pistas. Afirmó que "un centro de arte contemporáneo no es solo un edificio" y anunció que "en las próximas semanas se hará una reflexión conjunta, también con las demás instituciones implicadas". Una reflexión en la que tendrá un peso determinante Homs, su hombre de confianza en el mundo del arte. Este ex galerista y cofundador del festival Loop será nombrado el próximo lunes director de relaciones sectoriales, un título un tanto críptico -no del todo decidido- para un cargo que tendrá el control de La Virreina, la Capella, el futuro centro de arte de Barcelona (donde sea), las fábricas de creación, el Consejo de las Artes y las subvenciones.

Küng, que se encuentra en Venecia con su mujer, Dora García, representante de España en la Bienal, ha hecho llegar a Ciurana "unas hipótesis de trabajo alternativas, a la espera de poder arrancar el proyecto del Canódromo". En conversación telefónica con este diario, Küng aseguró que "es un edificio único con un enorme potencial, capaz de generar interés en el mundo artístico y servir de catalizador para su contenido. Lo prioritario es dotar el centro de las bases legales, que aún no tiene, para poder empezar a trabajar en el sitio que sea".

Más allá de la agenda política, las cinco exposiciones que se podrán ver hasta el otoño en La Virreina abordan el arte desde una perspectiva de compromiso político y social, que tiene la práctica cinematográfica como hilo conductor. Las misiones pedagógicas desarrolladas en la década de 1930 por Val del Omar, un cineasta que se adelantó a su tiempo declarando la guerra al mercantilismo y la banalidad de la industria del cine con películas experimentales fundamentales para entender el cambio de paradigma de los años sesenta y setenta, enlazan con las demás propuestas, todas centradas en la educación. Iñaki Garmendia presenta vídeos y fotos de las subculturas juveniles; el colectivo Sitesize, imágenes de archivos libertarios; Red Caballo, un proyecto fotográfico sobre la formación profesional en Barcelona, y Claudio Zulian, una instalación audiovisual derivada de su trabajo cinematográfico en proceso No es lo mismo. El programa se completa con una revisión de la historia de la Cinemateca de Tánger, todo un símbolo de libertad y democracia, a través de sus propios fondos.

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