El alcalde de Mollet fracasa en su intento de bajar el sueldo a la oposición
Mollet del Vallès quiere enterrar el hacha de guerra. Todos los grupos municipales se han conjurado para acabar con las disputas que ya habían traspasado las puertas del Ayuntamiento y que podían haber continuado si hubiera prosperado la última propuesta del alcalde, Josep Monràs (PSC), de eliminar la asignación de 18.000 euros anuales para los portavoces de los grupos (medida aprobada el pasado 22 de junio), así como los 4.000 mensuales que recibe cada partido. Los concejales de la oposición habrían cobrado unos 400 euros mensuales, mientras que los sueldos del equipo de gobierno no se modificaban.
Hablar de salarios públicos es un tema sensible en Mollet desde que el alcalde decidió subir el sueldo entre el 7% y el 10% a todo el gobierno en junio durante un pleno municipal convulso que acabó con el alcalde perseguido e increpado por 300 indignados durante media hora. En los últimos días el resto de partidos también han recibido hostilidades.
Para acabar con este "juego de los disparates", como lo ha calificado el concejal de CiU, Feliu Guillaumes, gobierno y oposición han firmado una declaración en que se comprometen a debatir la reducción de sueldos de forma "serena" y "consensuada" en otoño, junto con los presupuestos municipales, y condenan los actos violentos que se han producido.
