La ballena ya 'nada' en el Museo Azul de ciencias naturales
El popular y emblemático esqueleto de ballena del viejo museo de ciencias naturales de Barcelona del parque de la Ciutadella ya está colocado en su nueva ubicación en el vestíbulo de entrada del Museo Azul, la nueva sede del centro, en el Fórum, y puede ser contemplado por el público a partir de hoy. El esqueleto, que corresponde a un rorcual común, probablemente macho, ha sido suspendido del techo y montado en una posición mucho más anatómicamente correcta, realista y sugerente: curvado, da la impresión de que la ballena se encuentra nadando y a punto de sumergirse sobre las cabezas de los visitantes.
El traslado y nuevo montaje, con un coste de 146.000 euros, ha servido para llevar a cabo la restauración, la limpieza y el estudio con detenimiento de la pieza. También, aunque parezca mentira, para que la ballena, tan vieja, crezca dos metros hasta llegar a los 20 metros, por la colocación de réplicas de los discos intravertebrales, de los que carecía en el primitivo montaje. El esqueleto, obtenido al varar la ballena en 1862 en la playa de Llançà, ha sido objeto de numerosos traslados y vicisitudes. Estuvo expuesto en la Universidad de Barcelona y luego en el Museo Martorell, de donde pasó al castillo de los Tres Dragons. Allí se desplomó el cráneo el año pasado mientras se estaba desmontando el espécimen, y se rompió en pedazos, lo que ha hecho más laboriosa la restauración.
El teniente de alcalde de Cultura, Jaume Ciurana, dijo ayer en la presentación del esqueleto reubicado que en las próximas semanas se constituirá con la Generalitat el consorcio para la creación del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Cataluña.
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