"Sabía que está fuerte"
Schleck dice que la ventaja ayer del español "no es una sorpresa"
En lo más alto del Muro de Bretaña (293 metros exactamente), en el páramo, un monitor situado a escasos 50 metros de la meta permite ver la etapa. Por detrás, la hilera de fotógrafos se disputa el -escaso- sitio con la hilera de auxiliares de equipo preparados para asistir a sus corredores. En la pantalla, la tensión previa a la subida y el esfuerzo de los gregarios para colocar en cabeza a sus líderes, no vaya a haber sorpresas. Comienza el muro, y nadie se mueve hasta que lo hace Contador. Gilbert responde y un pequeño grupo se empieza a seleccionar. Andy, el gran rival de Alberto, no parece estar entre ellos. Entran en el último kilómetro, lo más duro ha pasado, pero aún queda un esfuerzo agónico, otros 1.000 metros muy cerca del límite de la acidosis láctica.
Gilbert no parece jugar como hizo con Cancellara el otro día. Se mueve Vino, luego Urán, nadie hace camino. Se lanza el sprint y Contador toma la iniciativa. Evans progresa por su derecha, pero cuando parece que va a pasarle se estanca. Y así cruzan la meta. Alberto levanta el brazo. Acto seguido, gira el cuello 180 grados y por allí desfila Evans, con la cara desfigurada, tanto por el violento esfuerzo como por la lluvia. Poco después anuncian por megafonía que ha ganado el australiano. "No he ganado por poco", dice el de Pinto. "Y es una pena, porque lo quería para premiar al equipo, pero ha sido un buen día, importante para la moral, para mí y para el equipo. He estado mejor de lo esperado y no he atacado antes porque me resbalaba de pie en la bici".
Si, aun así, Contador fue capaz de reventar a gente como Gilbert y Vinokúrov, grandes maestros de la especialidad -las clásicas, los repechos, los muros, el instinto asesino a la hora de rematar-, cómo no iba a dejar tirado a uno como Andy Schleck, delgadito, ágil, casi flojito como se vio en la contrarreloj. Y así lo reconoció inmediatamente el luxemburgués sonriente. "No tengo punch para un sprint así, de potencia", dijo. "Ha sido muy duro y, además, ya sabía que Contador estaba fuerte, que lo del tiempo que le llevo es por un accidente. No ha sido una sorpresa".
Schleck, que perdió el Tour pasado por 39s, cedió 8s en la primera cuesta de 2011. En el Tour 2010, Contador perdió 10s con Andy en Avoriaz y le sacó 10s en Mende; la igualdad se rompió con la cadena en Balès (35s). "Cada segundo cuenta", dijo Evans, a quien Contador considera también favorito. "Pero no podemos sacar conclusiones sobre Wiggins y Andy aún. El Tour se decidirá en los últimos 10 días".
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