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La venta ambulante inunda los paseos de la Costa Daurada

La Generalitat prevé aumentar la presencia policial mientras estudia la opción de multar a los compradores

El primer fin de semana de julio deja a su paso postales de playas repletas de bañistas. Pero la llegada de la temporada turística también ha movilizado un año más a los vendedores ambulantes. Basta extender la toalla en cualquier playa de Salou, Pineda, Vila-seca, Cambrils, El Vendrell o Calafell para comprobar que, un verano más, cientos de vendedores ilegales, separados a cierta distancia, recorren la orilla ofreciendo sus productos: refrescos, gafas, CD piratas, relojes o pulseras a un precio muy inferior al que costarían en cualquier tienda o restaurante.

Desde mediodía mercadean por playas como la de La Pineda sin demasiada presión policial. Por la tarde, en algunos municipios, como Calafell y Cambrils, decenas de manteros se trasladan al paseo marítimo. La gran mayoría de los vendedores son inmigrantes, y los productos, falsificaciones de grandes marcas. Despliegan hileras de mantas en las que brillan complementos de moda que venden a partir de siete euros. Las falsificaciones de bolsos, camisas o mocasines pueden alcanzar los 30, y los manteros tienen un margen mínimo de ganancias obligado de cinco euros por artículo.

"No volveremos a pactar con los 'manteros", dice el alcalde de Calafell

Precisamente en Cambrils y en algunos focos de El Vendrell, en especial Coma-ruga, se ha detectado un incremento de la oferta de top manta con relación con el año pasado. "Hay más vendedores este año", explica Benet Jané, alcalde de El Vendrell. "Falta por ver cómo se desarrollará el verano, pero el año pasado algunos días destacados de agosto llegó a haber 400 vendedores ambulantes", prosigue el regidor. El lío en Coma-ruga empieza a las seis de la tarde, cuando las personas que abandonan la playa se entremezclan con los turistas que salen a cenar. Ayer en el paseo marítimo había un centenar de manteros. "El año pasado me multaron con 500 euros, lo pago poco a poco. Siempre tenemos que escondernos de la policía, pero hoy aún no han venido", explica Ibrahim, senegalés de 24 años, que ofrece camisas falsificadas. A su lado, una vecina también ofrecía productos de belleza. "La crisis...", se disculpó tímidamente. Venden al lado de los puestos legales, que llegan a abonar 1.200 euros al Ayuntamiento por dos meses de negocio.

Hace dos años, en El Vendrell los vendedores del top manta la emprendieron a pedradas con la policía. La mala imagen hizo mella en ese municipio de la Costa Daurada y el Ayuntamiento decidió pactar el verano pasado con los manteros habilitando espacios en las que podían vender con libertad.

Las asociaciones de inmigrantes aplaudieron la iniciativa. La medida también se tomó en Calafell y causó una crisis de gobierno y la rebelión de los comerciantes. "Llegamos a un pacto con los manteros, pero la gente no entendió la solución, se dio la impresión de que apoyamos la venta ilegal y no es así, no lo volveremos a hacer", dice Jané. Los dueños de las tiendas cercanas al litoral siguen en pie de guerra. "Esto es desastroso para nuestro negocio, con la crisis la gente prefiere comprar cosas más baratas aunque no sea legal", se queja una comerciante.

La Generalitat ofrece su implicación esta temporada: el Gobierno ultimará en los próximos días una campaña de concienciación contra el top manta dirigida a catalanes y turistas. Además, la Generalitat está estudiando la posibilidad de establecer por ley sanciones administrativas para los compradores. La iniciativa ya se puso en marcha tímidamente el año pasado en Barcelona y Cambrils, con multas de 180 a 300 euros. "Todos tendríamos que acordar lo mismo, sancionar a los compradores es una posibilidad", admite Jané.

Los Mossos d'Esquadra decomisaron hace una semana 4.500 artículos falsificados en Tarragona, detuvieron a dos personas e imputaron a 33 más. La Generalitat reforzará con 127 agentes los efectivos de la policía en la Costa Daurada durante el verano. El pasado fin de semana, la Guardia Urbana de Barcelona activó una campaña contra la venta ambulante, coincidiendo con el primer fin de semana de tiendas abiertas. Se desplegaron patrullas de paisano y se reforzó la seguridad en la zona centro, la Sagrada Familia, el litoral y el parque Güell. El operativo ya ha dado como resultado algunas detenciones.

A juicio del secretario general de la Confederación Española de Comercio, Miguel Ángel Fraile, el comercio debe soportar la competencia desleal de la empresa "Top Manta Sociedad Anónima". Según Fraile, este negocio ilegal factura al año entre 500 y 800 euros millones, y se dedican a él 15.000 personas, que no pagan impuestos ni Seguridad Social.

Vendedores ambulantes.
Vendedores ambulantes.JOSEP LLUÍS SELLART

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