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Entrevista:JOSÉ LUIS BILBAO | Diputado general de Vizcaya

"Una subida de los impuestos provocaría deslocalizaciones"

José Luis Bilbao afronta su tercera legislatura al frente de la Diputación de Vizcaya. Basará el presente mandato en la austeridad, descarta una nueva arquitectura fiscal y nadie le ha propuesto como candidato del PNV a lehendakari.

Pregunta. El lehendakari López planteó hace unos días una reforma fiscal. ¿Ha llegado la hora de afrontarla?

Respuesta. No. No es el momento de plantear una nueva arquitectura fiscal en Euskadi. Si el lehendakari me llama, hablaré con él, pero me gustaría saber qué va a plantear. Es muy fácil hablar de que hay que subir los impuestos, pero ¿cuáles? ¿En qué cuantía? La caída de la recaudación en 2008 y 2009 no se debió a la bajada de los tipos, sino a una caída en la recaudación por el desplome de la actividad económica. Para aumentar los recursos públicos, para poder invertir y prestar servicios, para crear empleo, lo que hace falta es aumentar la actividad económica. Las empresas tienen que funcionar y ganar dinero. Así se creará empleo, se harán más inversiones y recaudaremos más impuestos.

"Lanzan mensajes institucionales a diario para hacerse los 'izquierdosos"
"Anhelo quitar el 'Necesitamos la Paz' del balcón de la Diputación"
"Jamás olvidaré algunos calificativos de trazo grueso que he recibido"
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"Plantearemos con tranquilidad el tema del Guggenheim de Urdaibai"

P. ¿Qué supondría subir los impuestos?

R. Una subida nominal de tipos no garantiza una mayor recaudación en el medio plazo. Incluso, puede ser menor porque puede haber deslocalizaciones fiscales. Si hoy recuperásemos el Impuesto de Patrimonio, por ejemplo, se produciría una deslocalización de los domicilios fiscales. La gente se marcharía a otros sitios porque pagaría menos. El efecto neto de volver a poner este gravamen no sería recaudar más. Obtendríamos menos por la pérdida de domicilios fiscales. Algo similar ocurre con el Impuesto de Sociedades. Hace no mucho tiempo modificamos la tributación de la Sicav, poniendo al tipo general el Impuesto de Sociedades. ¿Cuánto hemos recuperado? Cero. Las empresas se han ido.

P. También se opone a eliminar la deducción por inversión en vivienda.

R. Más de 220.000 contribuyentes deducen. ¿Les vamos a eliminar la deducción en vivienda del crédico hipotecario que están pagando? También se habla de quitar las deducciones por inversión en el Impuesto de Sociedades. Si tenemos que conseguir aumentar la actividad económica, quitar el beneficio fiscal por su inversión a una empresa, que crea riqueza y empleo, no es la mejor opción. El lanzar globos sonda, decir que hay que subir los impuestos, que se debe aumentar la presión fiscal para aumentar la recaudación tiene un efecto rebote en la economía.

P. Explíquese.

R. El mundo económico necesita estabilidad, certeza y un marco normativo claro para la toma de decisiones. Todos los días se están lanzando desde ámbitos institucionales mensajes para buscar un titular de prensa, hacerse el progre y el izquierdoso, o para intentar recuperar un liderazgo que no se tiene en otros ámbitos. Eso crea inestabilidad. Hace falta seriedad, rigor y mensajes claros, no decir una cosa un día y al siguiente otra. No sé qué propone el lehendakari, pero evidentemente iré a ver qué plantea.

P. ¿Es sostenible el Estado de Bienestar sin más ingresos?

R. Si no se genera valor, si no hay excedentes en un sistema económico, si la gente no gana dinero, si las empresas no obtienen beneficios en su cuenta de resultados, si no hay actividad económica, si no se genera IVA, entonces nada es sostenible. La clave para garantizar la sostenibilidad del Estado de Bienestar pasa por aguantar estos malos momentos y por ampliar la base sobre la que se aplica un sistema normativo tributario.

P. ¿Cómo podrá crecer de nuevo la economía?

R. El presente año es duro y 2012 también será así. Mientras no seamos capaces de crecer por encima del 2% del PIB, no se conseguirá crear empleo neto. En estos momentos, aún estamos en ámbitos de crecimiento del 1%. La clave es aumentar la actividad económica del sistema y no tomar decisiones que pueden producir efectos de deslocalización. Favorezcamos las condiciones para que las empresas no se nos vayan. Son la vaca que da de comer a todo el sistema público.

P. ¿Qué propone para solucionar el problema de los 83.329 parados en Vizcaya?

R. Lo mismo: generar actividad económica. Estamos en niveles anteriores a 2007 en recaudación y en actividad. Nuestra economía funcionaba a tercios. Un tercio de la producción era para consumo interno, otro para el mercado español y otro iba al exterior. Las empresas cuyo mercado era el español lo están pasando muy mal. Por contra, a las que salieron al exterior les está yendo bastante bien. España no va a recuperarse en una generación y se debe mirar hacia fuera. La clave es la internacionalización.

P. ¿Cómo se puede recuperar una zona tan degradada como la Margen Izquierda?

R. Hoy estamos viendo los últimos estertores de lo que fueron grandes industrias emblemáticas de la Margen Izquierda, como Babcock o ABB. Eso ya no tiene futuro. Hace unos cuantos años, unas 12.000 personas trabajaban en Altos Hornos de Vizcaya. Hoy, 400 personas producen más toneladas de acero. Mientras que esas 12.000 personas trabajaban, en Zamudio y Derio había unas campas en las que pastaban las vacas. Hoy unas 8.000 personas van a trabajar todas las mañanas a un parque tecnológico. La clave pasa por crear nuevos empleos basados en el conocimiento, la tecnología y la innovación. No existen soluciones para ABB o Babcock.

P. Le reprocha la oposición que el anterior mandato fue el de los macroproyectos frustrados. ¿Será más comedido? En su discurso de investidura no citó al Guggenheim de Urdaibai.

R. Tampoco cité otras cosas. En los últimos cuatro años hemos puesto en marcha cosas interesantes. AIC eran fuegos artificiales y hoy trabajan en ella más de 300 personas. Otro proyecto era el de BiscayTIK, que sirve como modelo en muchas zonas del mundo. Ya estamos construyendo el nuevo San Mamés y el campus tecnológico de la UPV. A finales de este mes o a principios de agosto abriremos al tráfico la Supersur, y también está el plan de ejes radiales. También podría citar el nuevo frontón de Bilbao, la estación marítima de Plentzia, el Bird Center o la planta de compostaje.

P. Insisto. ¿Está el Guggenheim de Urdaibai en un cajón?

R. La ampliación en discontinuidad del Guggenheim está aprobada en el plan estratégico del Guggenheim de Bilbao. Por tanto, no es un proyecto ideado por la Diputación, sino por la Fundación Guggenheim Bilbao. Hace un tiempo aseguramos que sacaríamos este proyecto de la bronca electoral. Ahora que han pasado las elecciones, con más tranquilidad y, sobre todo, dejando de lado el 'no por el no', hay un ámbito de habla, no solo con el Guggenheim de Urdaibai. Debemos plantear la activación económica de la zona de Busturia, mejorar los accesos y enfatizar infraestructuras que tenemos. ¿Por qué no un nuevo Guggenheim? El museo no sería el elemento tractor, sino un elemento más al desarrollo de una zona. Iremos planteando con tranquilidad este tema. Podemos hacer un plan consensuado para la zona de Busturia. No iremos por nuestra cuenta.

P. ¿Ha cedido la BBK demasiado en la fusión de las tres cajas vascas?

R. En un proceso de negociación siempre hay cesiones. Si uno va con planteamientos maximalistas es imposible llegar a un acuerdo. El pacto alcanzado es muy bueno. Falta ver si lo que han aprobado los consejos de administración lo ratifican las asambleas en septiembre. Mario Fernández ha llevado un liderazgo claro en todo el proceso y cuenta con toda mi confianza, no me tiene que dar cuentas de lo que hace. Además, cuantas menos injerencias políticas haya en la fusión, mejor. Las injerencias políticas imposibilitaron en su día la fusión a tres, reventada por el PSE y por el PP alavés. Cuando surgió la posibilidad de una fusión a dos entre Kutxa y BBK, y en la asamblea de la Kutxa decidieron que no, los socialistas brindaban con champán por ello. Todo eso hay que eliminarlo. Tenemos un mercado y un sistema financiero que todavía no está recompuesto. Una caja vasca puede ser importante para la economía de este país. Si las asambleas lo aprueban a tres, bienvenido. Si es a dos, también.

P. ¿Cree a Bildu cuando dice que no habrá más muertos?

R. Los actos de fe ya no valen. Lo que espero es un comunicado de ETA sin capuchas en el que digan que el terrorismo se ha acabado. Bildu ha creado la expectativa de un nuevo escenario de paz que no se ha confirmado. Echo de menos que la coalición pida formalmente a ETA que acabe con toda su actividad. Cuando se nos llena la boca con la participación ciudadana, con dar la voz al pueblo... Los vascos nos hemos expresado infinitas veces pidiéndole a ETA que se vaya, que nos deje en paz y que desaparezca. Entonces, que hagan caso al pueblo, que no son solo sus amigos, los que piensan como ellos, y le digan a ETA que desaparezca. Después, tendremos que iniciar un proceso de reconciliación nacional.

P. Ahora que el PNV ha perdido poder institucional, ¿será más, si cabe, el azote de López?

R. No creo que haya sido ningún azote. Cuando no he estado de acuerdo con algo, se lo han tomado muy mal. El Gobierno ha tenido estos años ciertos tics autoritarios. La Diputación no es una institución subordinada del Gobierno vasco, cada uno tiene su ámbito. He echado en falta una mayor capacidad para asumir críticas de forma democrática. Cuando hemos criticado, nos hemos topado con la descalificación personal e institucional absoluta. Hemos recibido una retahíla de calificativos de trazo grueso que no se me olvidarán jamás, dichos en sede parlamentaria, por consejeros o por altos cargos del Gobierno. Nos han llamado groseros, caprichosos, pazguatos o ignorantes. Decían que yo montaba la bronca en el Metro y nos echaron del consorcio hace año y medio. Aplicaron la teoría del 'como somos mayoría hacemos lo que nos da la gana'. Ya se ve lo que pasa ahora en el Metro.

P. José Antonio Pastor fue uno de sus principales rivales la anterior legislatura. ¿Qué opina de su marcha?

R. Cuando alguien pierde las elecciones con esa rotundidad, tiene que plantearse: ¿Qué pinto aquí? Siempre he respetado las decisiones que se toman en otro partido. El resultado electoral del PSE ha sido muy pobre, han tenido un buen batacazo del que se pueden hacer muchas lecturas. A Pastor le deseo lo mejor en lo personal. En lo político ya no tanto.

P. Sinceramente, ¿aspira a ser lehendakari?

R. Nadie me lo ha propuesto. Aspiro a llevar la makila de diputado general con dignidad. Mis anhelos para estos años son que baje la tasa de paro y quitar el cartel de 'Necesitamos la paz' del balcón de la Diputación.

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