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Un tramo de autovía, cerrado dos años por desprendimientos

Un camionero para su vehículo a un lado de la carretera, desorientado. A su lado, un coche con turistas se detiene. Y detrás, entre una hilera de vehículos, un conductor que pasa frecuentemente por el lugar suspira resignado. La escena lleva repitiéndose desde el verano de 2009 en la autovía del Mediterráneo (A-7) a la altura de L'Hospitalet de l'Infant. Se inauguró el 16 de julio como alternativa a la carretera N-340. Sin embargo, el tramo de nueve kilómetros en dirección sur que va de L'Hospitalet a Vandellòs no ha podido abrirse nunca al tráfico.

La vía solo está abierta en dirección al norte y grandes vallas impiden a los conductores circular en sentido contrario. El Ministerio de Fomento ordenó cerrar este tramo de la A-7 por considerarlo inseguro. Motivos no le faltan: sufre problemas de desprendimientos y las piedras se amontonan en el asfalto.

Como consecuencia, los vehículos tienen que desviarse por caminos contiguos o retomar la N-340, en un tramo de fuertes curvas, en el Coll de Balaguer. El tráfico colapsa la zona y muchos turistas o conductores de camiones se confunden y van a parar al núcleo urbano de L'Hospitalet de l'Infant. Los vecinos están hartos y denuncian que será el tercer verano consecutivo con restricciones. "Los conductores se quedan parados en la carretera y hay grandes colas los fines de semana y en verano", explica Alfons Garcia, alcalde de la localidad.

La subdelegación del Gobierno en Tarragona explica que "el estudio geológico inicial de Fomento no había previsto estos problemas". El gasto total de ese tramo es de 47 millones. El presupuesto para repararlo es de 5,1 millones. Las obras para subsanar los desperfectos se llevan retrasando desde 2009. Primero Fomento aseguró que a finales de ese año estaría resuelto, después se retrasó a febrero del 2011 y ahora aseguran que se iniciarán este mes. "No nos dan una fecha exacta, lo he pedido por activa y por pasiva, y siempre tienen excusas; mientras tanto, el conductor debe pasar por la autopista y pagar. Las infraestructuras son un suspenso total", afirma Josep Maldonado, senador de CiU.

La obras se han adjudicado a una empresa diferente de la que hizo la autovía. Deberán instalar taludes y medidas correctoras para evitar que las piedras y el agua vuelvan a amenazar los carriles. Cuando se inicien las obras, durarán seis meses. Pese a los retrasos, el alcalde de L'Hospitalet de l'Infant no pierde la esperanza. "Ojalá en Semana Santa del año que viene podamos coger el coche con tranquilidad", concluye.

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