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Tentaciones
Entrevista:

Los nuevos pupilos

Dos duermen y dos cenan. La entrevista con Black Lips se va a retrasar hasta que una facción de la banda se digne a acercarse a responder algunas preguntas sobre Arabia mountain, su nuevo disco. Producido por Mark Ronson, el álbum es un perfecto ejemplo de cómo abrazar la profesionalidad sin perder un ápice de espontaneidad. Famosos por sus desmanes, la irregularidad de sus largos y la imprevisibilidad de sus directos, los de Atlanta son hoy uno de los pocos grupos que pueden gustar a un fan del Azkena y a otro del Primavera Sound.

Ahí llega Jared Swiley, bajista y uno de los principales compositores del combo (sus discos acostumbran a ser excesivamente largos debido a la insistencia por incluir temas firmados por todos sus componentes). Cruza la aún desierta sala Bikini y ofrece una cerveza. Tú estabas cenando, ¿no? "Durmiendo", responde, mientras abre las dos cervezas con un artefacto que cuelga de su cinturón. "El desayuno de los campeones", brinda a las ocho de la tarde de un viernes cualquiera en Barcelona.

"El anterior disco era una mierda. Lo odio. Y que nadie me recuerde que había alguna canción buena. Nos pasamos meses haciendo el idiota y cuando nos dimos cuenta, nos quedaban días para tener que entregar el álbum. Fue deprimente tener que salir de gira con eso", recuerda Swiley al respecto de 200 million thousand, su gran oportunidad perdida. Tras el éxito de Bad good not evil y, sobre todo, de los singles extraídos del largo, O! Katrina y Bad kids, los de Atlanta parecían, finalmente, destinados a salir del anonimato hipster. "Siempre se tuerce algo. Siempre somos esa banda que en el próximo disco lo va a petar. No sucede nunca. Estoy cansado", comenta el bajista. Contratar a un productor especialista en gustar al público sin comprometer la credibilidad podría entenderse como su último intento por triunfar. Esta banda es casi más popular por gustar de esas juergas que incluyen peleas, policías cabreados y actos vandálicos. "Somos más profesionales de lo que mucha gente piensa. Se cree que hemos llamado a Mark para que nos haga de policía, pero no es cierto. Se ha exagerado mucho con respecto a nosotros. Solo queríamos alguien que nos ayudara a ser más sensatos escogiendo los temas", aclara Jared, quien, a pesar de preferir hablar de lo orgulloso que está de las canciones de Arabia mountain o de la ilusión que le hace la próxima gira de la banda por Irak, siente que debe volver a clarificar que existe una coherencia tras cada uno de los escándalos de la banda. "Vamos a Kansas City. Odio Kansas City. Tocamos con Vivian Girls y el tipo de sonido es un machista. Salimos al escenario y cuando le pedimos que suba el volumen, nos responde por el micro, para que lo oiga toda la sala, que para eso estaba la prueba de sonido. Entonces, y solo entonces, destrozamos el camerino y nos meamos en el equipo de la sala".

Arabia mountain está editado en Coop.

<b>Black Lips, haciendo gala de su autenticidad rockera.</b>
Black Lips, haciendo gala de su autenticidad rockera.

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