Saltando los puentes alcoyanos
Una ruta modernista y otra de tapeo por esta ciudad fluvial. Un nuevo centro de arte contemporáneo y discotecas entre fábricas abandonadas. También moros, cristianos y mucha moral, claro
"Tener más moral que el Alcoyano" es un dicho que no ofende a los de Alcoy. La frase alude a una ansiada remontada de su equipo cuando jugaba en primera división (ahora está en Segunda B) y el rival ganaba por goleada. Pero igual vale el dicho para el fútbol que para la geografía de esta ciudad de unos 60.000 habitantes. Porque Alcoy (www.alcoiturisme.com) parece una ciudad imposible, construida entre barrancos y ríos que obligan a saltar de puente en puente: habrá como una docena, y aún faltan dos por construir.
También podría referirse la sentencia al tesón secular de una ciudad que superó sus apuros medievales (con ayuda, eso sí, de san Jorge, milagroso caballero matamoros), y luego aprovechó la fuerza de sus torrentes, levantando un sinfín de fábricas, sobre todo textiles, papeleras y metalúrgicas. Muchas están abandonadas. Otras se van recuperando para todo uso imaginable: aulas universitarias, centros de salud, museos, hoteles, discotecas, gimnasios, estación de autobuses... Alcoy ha estrenado, en los últimos meses, varios espacios de vanguardia, como el CADA (1) (Centre d'Art d'Alcoi; http://obrasocial.cam.es) o la Escuela de Diseño (2) (www.easdalcoi.es), y hasta diciembre de este año es sede de una nueva edición de La Luz de las Imágenes, la serie de exposiciones de arte sacro distinguida en 2009 con el Premio Europa Nostra.
10.00 Piscina bendita
Camins d'Art se titula la actual edición de La Luz de las Imágenes (www.laluzdelasimagenes.es), apuesta que ya rebasa la década. Esta vez, el leitmotiv se centra en la devoción popular y el patronazgo para pueblos, gremios o hermandades de dos comarcas alicantinas, l'Alcoià y el Comtat.
La exposición se reparte en tres sedes rescatadas para la ocasión. La principal es el templo de Santa María (3), restaurado en su última versión; pues empezó como iglesia románica, después de la Conquista, luego fue un florido ejemplar barroco, pero en la Guerra Civil se desmontaron sus sillares para construir la piscina municipal (dicen que esa piscina es la mayor pila de agua bendita de la cristiandad) y se hizo el templo actual. Otra sede es la Capilla de la Mare de Deu (4), que llevaba treinta años cerrada, en pura ruina; ahora luce como una gema. Algo parejo sucede con la capilla del antiguo Asilo de Ancianos Desamparados (5), que acoge aspectos locales de la Navidad (como el Tirisiti, un belén de títeres) y cuyo uso después de la muestra está por decidir.
12.00 La ruta modernista
Alcoy acaba de incorporarse a la Ruta Europea del Modernismo (www.coupdefouet.eu). Dentro de la Comunidad Valenciana es la ciudad que más ampliamente abrazó ese estilo. La burguesía local no solo construyó para sí mansiones preciosistas, también se preocupó de levantar centros sociales y, cosa sorprendente, de dotar a sus fábricas de una nobleza de líneas que asombra; dos de esas fábricas (Ferrándiz y Carbonell (6)), contiguas y elegantes, acogen alumnos de la Universidad Politécnica de Valencia, lo mismo que la Real Fábrica de Paños (7).
Dos arquitectos firmaron los mejores edificios, Vicente Pascual y Timoteo Briet. El primero, más próximo al art nouveau y al noucentisme catalán, creó la llamada Casa del Pavo - , el Conservatorio de Música y el Parque de Bomberos. El segundo, más afecto a la Sezession vienesa, reformó la iglesia del patrón san Jorge y el Círculo Industrial, - que aloja suntuosos salones y una biblioteca bombonera.
Las casas más notables se alinean por las calles Sant Nicolau, Sant Francesc y País Valencià, pero la fiebre modernista llegó también a los puentes (viaducto de Canalejas (8), puente de Sant Jordi) e incluso a los panteones del cementerio.
14.00 Tapeo y pistas para comer
Al tiempo que se rastrean fachadas modernistas, salen al paso bares de tapeo, en torno a las calles citadas y a las plazas de España (9) y de Dins (10) ("de dentro", que es un antiguo claustro agustino): locales como El Campanar, L'Autentic, La Bohemia, Bar Víctor, Taberna Modernista... Para comer, y sin dejar el casco viejo, Malvasía (Pintor Casanova, 24), L'Autentic (Sant Llorenç, 1), Lolo Café (País Valencià, 41, hay otro Lolo de siempre en Carretera Alcoi-Benilloba), el Círculo Industrial (San Nicolás, 19; www.circuloindustrial.es). Fuera del casco medieval, en torno a La Alameda (11) (la antigua N-340 reducida a calle de tiendas y heladerías), un lugar distinguido, ideal para cenas, es Llum (del hotel AC, Colón, 1), o Pastamanía (Maestro Espí, 13), ambiente jovial y calidad a buen precio.
16.00 Tarde de museos
Una antigua fábrica de tintes, a orillas del Riquer, aloja el Explora(12) (www.fundacionalcoy.es; Partida Tints, s/n, 3 euros, lunes cerrado), escaparate multimedia que presenta los perfiles maestros de esta ciudad tan moderna como vieja: sus raíces más antiguas (cerámica ibérica) pueden verse en el Museo Arqueológico (13) (que es la antigua Casa de la Villa, en la plaza del Carbó s/n; www.alcoi.org/museu, 1 euro, no cierra).
Muy cerca se encuentra el Museu de la Festa (14) (Sant Miquel, 62, 3 euros, cierra el lunes), dedicado a lo que para Alcoy es algo más que una de moros y cristianos: cuando nace un niño, antes incluso de bautizarlo, se le inscribe en una filá (cuadrilla) como futuro cruzado o sarraceno. El CADA recién abierto en el antiguo Monte de Piedad es un lujo que para sí quisieran grandes metrópolis. Exposiciones ocasionales pueden verse en la Casa de la Cultura (antiguo Banco de España, de 1927) o en la Llotja de Sant Jordi, una especie de vientre de ballena, bajo la plaza de España, de Santiago Calatrava. Otro reclamo reciente es el Refugio Cervantes(15) (Els Alçamora, 1, 2 euros, lunes cerrado), uno de los 25 que hubo en la Guerra Civil, bien musealizado. Y está a punto de abrir el Museo de Bomberos.
20.00 Baile en la fábrica
La vida cultural es muy rica, como se ve. También musicalmente: hay una orquesta, cuatro bandas y varias agrupaciones corales o de danza. Dos teatros mantienen vivas sus carteleras, el Teatro Principal y el Calderón (ambos en la plaza de España). Y aunque no faltan locales en la parte vieja, la movida alcoyana se concentra en la plaza de Gonçal Cantó - (16) (escritor muerto en 1931); como es un barrio repleto de fábricas (algunas aún abandonadas), las discotecas alojadas en ese mini polígono del ocio pueden dar rienda suelta a sus decibelios hasta altas horas. Están todas arracimadas: Western, Bebop, Gaudí (que reproduce una Casa Batlló en pastiche y colorín), Black Jack, Autobús, Casablanca... La Biblioteca acoge a clientes talluditos (quién sabe si no han llegado de la contigua y colosal residencia de ancianos, en el viejo Hospital Civil de Oliver). Para dormir, allí cerquita, un sitio singular que traduce bien el talante actual de los alcoyanos: Hotel AC (17) (Colón, 1; www.ac-hotels.com; 965 33 36 06), que armoniza con buen gusto una central eléctrica, su casa de ingenieros y un edificio de nueva planta; todo un ejemplo de cómo no perder el inmenso patrimonio industrial... ni la moral, por supuesto.
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