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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La Tierra de la Modernidad Imposible

Hace días leí en la prensa el conflicto suscitado en el Museo Picasso Málaga a causa de la presentación de la muestra Viñetas en el frente, para cuyo contenido sugerí a los comisarios la inclusión de algunas obras, además de escribir un texto para el catálogo. Realmente, me sorprendieron las declaraciones de Christine Ruiz-Picasso a la prensa de Málaga. Y todavía más cuando supe que en la Casa-Natal de Picasso, dependiente del Ayuntamiento de Málaga, se inaugurará una exposición dedicada a Joan Miró y su lucha contra la dictadura sin que se levante voz alguna en contra.

La exposición Viñetas en el frente, abierta con un estimable éxito y sin ningún tipo de problemas, en el Museu Picasso de Barcelona el 17 del pasado mes de marzo, no se organizó con la finalidad de aprovechar momentos de tensión electoral y mucho menos para abrir viejas heridas producidas en una contienda cruenta y brutal, que Picasso denunció con distintas de sus propuestas artísticas (no sólo con el famoso cuadro Guernica) y también con su actitud personal. Evidentemente, Picasso no fue un artista ajeno a los sucesos que marcaban su tiempo. Al respecto, en 1945, le declaró a la escritora Simone Téry: "¿Qué cree usted que es un artista? ¿un imbécil que sólo tiene ojos si es un pintor, oídos si es un músico, una lira en cada fibra de su corazón si es un poeta o, incluso, si es un boxeador, nada más que sus músculos? Por el contrario, es al propio tiempo un ser político, siempre alerta ante sucesos dolorosos, brutales o felices, a los que responde de todas las maneras imaginables. ¿Cómo sería posible no interesarse por los demás y en virtud de una indiferencia marfileña ponerse al margen de la vida, que tan abundantemente expresan? No, la pintura no se hace para decorar apartamentos. Es un arma de guerra para atacar al enemigo y defenderse de él". En esa línea de convicciones de Picasso se planteó la exposición, dentro de las pautas más rigurosas de la museografía y de la historia del arte.

Hay que subrayar que esa manera de pensar de Picasso fue la causante del rechazo por el que, en algunos momentos, pasó su obra. Por el testimonio de Juan Larrea, uno de los responsables de que se encargara a Picasso la realización del Guernica y editor de la carpeta de grabados Sueño y mentira de Franco, se sabe que algunos agentes culturales del gobierno de la República rechazaron el cuadro mencionado, hoy símbolo indiscutible de la Guerra Civil española, por considerarlo "antisocial, ridículo y totalmente inadecuado a la sana mentalidad proletaria". Ya en 1936, con motivo de la primera retrospectiva de Picasso en España, organizada por los miembros de ADLAN y presentada en Barcelona, Bilbao y Madrid, un sector de la cultura, atacado por una repentina fiebre academicista, menospreciaron las aportaciones de Picasso, un artista estrafalario que, además, "vivía en París". Tras la contienda, el rechazo fue en aumento y, entre otras muchas cosas, se acusó al "contumaz comunista antiespañol Pablo Picasso" de ser "el autor del delito nefasto, irreverente y repugnante de caricaturizar Las Meninas de Velázquez". Pero todo eso sucedió hace mucho tiempo, cuando España parecía ser la Tierra de la Modernidad Imposible. En la actualidad todo ha cambiado y los profesionales del arte organizan proyectos y exposiciones con la mayor seriedad. Y para que el espectador llegue a una aproximación, lo más objetiva y exacta posible, a un autor y a una época, ponen en marcha todos los recursos a su alcance, como han hecho los comisarios de Viñetas en el frente con el apoyo, en este caso, de los directores de los museos Picasso de Barcelona y de Málaga. No sé si la grotesca y preocupante situación, que han ocasionado las declaraciones de la señora Ruiz-Picasso, tiene fácil solución. Lo que tenemos que evitar, ante todo, es regresar a la Tierra de la Modernidad Imposible, aquella que, al decir de José Francisco Yvars, exdirector del IVAM, estuvo animada por una fanfarria de cartón piedra y basada en la intolerancia. Buscar culpables, como si programar una exposición pudiera ser un delito, me parece un más que lamentable error. Se impone el diálogo y la reflexión. Todo lo demás sobra.

Carlos Pérez es Comisario de exposiciones, asesor de la muestra Viñetas en el frente

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