El 15-M emprende su marcha a Madrid pendiente de la acampada

Tras la multitudinaria manifestación del pasado domingo, el Movimiento 15-M emprendió ayer el camino a pie hasta Madrid. Hasta el 23 de julio, el grupo recorrerá 500 kilómetros y visitará 29 pueblos para explicar sus objetivos. Mientras tanto, en Valencia, la acampada de la plaza del Ayuntamiento, expresión del 15-M las primeras semanas, reflexiona sobre su futuro: quedarse o marcharse.

"Da igual que reflexionen o discutan, no se van a poner de acuerdo", explicaba ayer un indignado que ha visto nacer y crecer la acampada. "Quieren llegar a un consenso, o se quedan o se van y eso es inviable". La semana pasada, en una reunión vespertina, un indignado argumentaba que "mucha gente está a gusto en la plaza". Otros entienden, sin embargo, que "estar a gusto" no es el motivo por el que se juntaron. También hay quien justifica que la acampada da la oportunidad de hablar a personas que, de otra forma, no lo harían. Sea como sea, muchos de los indignados han decidido dejar la plaza, otros están de camino a Madrid y algunas de las comisiones han levantado sus carpas, caso de Jurídica o Acción, que se inclinan por las redes sociales u otras formas de reunirse.

Alarte, Oltra y Blanco critican la exagerada reacción de la alcaldesa

De momento, la asamblea de los Poblats Marítims ha invitado a los indignados a acampar en la plaza de Llorenç de Flor de El Cabanyal este fin de semana, cuando se celebra la carrera de fórmula 1 en Valencia. Es una forma, explican, de reivindicarse al margen de los grandes eventos.

Por otro lado, los grupos políticos en las Cortes comentaron ayer la manifestación del domingo. El líder socialista, Jorge Alarte, destacó que la manifestación fue "pacífica y tranquila", destacó las consignas contra la corrupción y la defensa de derechos básicos y criticó "las ansias de protagonismo de Rita Barberá" por quejarse al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de la sentada que los indignados protagonizaron a la puerta de su casa. También el portavoz parlamentario del PP, Rafael Blasco, encontró que los manifestantes del 15-M formulan propuestas "a tener en cuenta", pero condenó la protesta ante el domicilio de Barberá y la comparó con los insultos al expresidente de la Generalitat Joan Lerma el pasado 9 de junio. El concejal Miquel Domínguez denunció además que se han producido pintadas amenazadoras junto a la casa de la alcaldesa. Para Mònica Oltra, portavoz adjunta de Compromís en las Cortes, la manifestación fue "un éxito de participación" y calificó de "novelesca" la denuncia de Barberá. Aun así, Oltra señaló que no hay que confundir la vida privada con la pública y que el lugar adecuado para las reivindicaciones a la alcaldesa es frente al Ayuntamiento. Por su parte, Ignacio Blanco, portavoz adjunto de Esquerra Unida, que estuvo en la manifestación, señaló que hubo "sentadas y cánticos" como los que se produjeron a la puerta del domicilio de Rita Barberá durante todo el recorrido.

Además, el presidente de los empresarios valencianos, Vicente Boluda, valoró la espontaneidad inicial del 15-M, pero indicó que lo que haya que cambiar o mejorar, se haga a través de "las propias reglas". "Lo que habrá que hacer es jugar a lo que juega todo el mundo", remarcó.