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Columna
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Letras indignadas

Joaquín Estefanía

Cuando Hessel escribió su célebre panfleto ¡Indignaos! (Destino) tuvo el don de la oportunidad. El ciudadano está harto de ser el pagano de una crisis que no generó, sino que llegó del corazón del sector financiero. No era tan importante el contenido como el grito a favor de una "insurrección pacífica" contra el gran saqueo. El gobernador del BCE dice que las ayudas a la banca en Europa se han llevado por delante el 25% del PIB de la zona.

Desde entonces se ha multiplicado la aparición de manifiestos y ensayos que han nutrido, o pueden hacerlo, el movimiento de los indignados. El de Hessel tuvo su réplica en España con el texto colectivo titulado Reacciona (Aguilar), que, como los libros de varios autores, tiene momentos mejores y peores. Lo más significativo es la contextualización de los males económicos de nuestro país, que, se recuerda, es una democracia de mercado, no solo una economía de mercado.

Estos libros coinciden en que vivimos en una democracia de mercado y no solo en una economía de mercado

Otro texto proveniente de Francia, al que ya se han adherido miles de científicos sociales, es el Manifiesto de economistas aterrados (Pasos Perdidos-Barataria). Leído hace unos meses era tremendista, pero a la luz de lo que sucede en Europa y de la tortura a la que están sometiendo a los griegos, hay momentos luminosos. ¡Insolventes! (Espasa) es el último panfleto publicado sobre estos asuntos; su autor, un profesional liberal que "lo tuvo todo", no se identifica porque ha perdido el nombre junto a todo lo demás. Como Cantona, el mito del Manchester United, piensa que el arma más poderosa es negarse a pedir dinero prestado.

Proceso a los economistas (Alianza), de Roberto Petrini, es el argumentario de los errores y mentiras de los economistas que pusieron en circulación las ideas eq uivocadas que condujeron al desastre. Moraleja del texto: no se puede presentar el fracaso como objetivo del futuro.

Otros dos libros en los que se pueden sustentar las aseveraciones de los que se han levantado contra la resignación: La quiebra del capitalismo global 2000-2030 (Libros en Acción), del recientemente desaparecido Ramón Fernández Durán, una de las voces más características y luchadoras de Ecologistas en Acción, que recuerda que además de una crisis económica hay otra climática y energética, que se combate con menos fuerza desde que llegó la primera (el argumento: ¿cómo dedicar dinero a la corrección del cambio climático cuando hay tanta pobreza y tanto desempleo?). Y Frente al capital impaciente (Fundación Primero de Mayo), también de varios autores, que analiza cómo las ansias reformistas del sistema, que se manifestaron por necesidad en los primeros momentos de la Gran Recesión, han ido desapareciendo de la agenda política de los líderes conforme los problemas se han ido mitigando y se recupera la ensoñación de volver al mundo anterior al año 2007.

Literatura crítica para el verano. Y otra forma de entender lo que sucede y lo que está detrás de los que no se resignan.

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