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Los radicales del 15-M

Los partidos condenan la violencia mientras se extiende la preocupación

Los políticos empiezan a recordar que representan la soberanía popular

El Movimiento del 15-M apenas ha entrado en los debates en la tribuna del Congreso. Sin embargo, en los pasillos se ha hablado mucho de él. El Parlamento ha intentado algunos gestos para responder a sus reclamaciones, como los anuncios de una mayor transparencia o de la eliminación de complementos de pensiones, pero en el fondo nadie sabe bien cómo actuar.

Hasta ahora, el PP se había limitado a responsabilizar al Gobierno de que hubiera tanta indignación, mientras el PSOE y el Gobierno expresaban su voluntad de escuchar las reivindicaciones. Pero ayer la situación cambió, ante las imágenes de diputados insultados, acosados y hasta rociados de pintura a la entrada del Parlamento de Cataluña. Los miembros del Congreso recordaron que ellos representan la voluntad popular porque los ciudadanos les han elegido. Pero sus críticas aún son moderadas.

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José Luis Rodríguez Zapatero, que llamó anoche al presidente de la Generalitat, Artur Mas, para expresarle "todo su apoyo y solidaridad", contestó con un lacónico "no" cuando le preguntaron en un pasillo si estaba preocupado, pero enseguida su portavoz aclaró que el presidente está "en contra de cualquier manifestación de violencia que impida el ejercicio de derechos" y que se refería a que no le preocupa el movimiento, pero sí reprueba las agresiones y las manifestaciones de violencia. El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, rechazó las preguntas que le hicieron en los pasillos.

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Mientras, en la tribuna, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, señaló que "la democracia es mejorable, pero nunca sustituible" y que los "insultos a los políticos son agresiones a los representantes del pueblo". Contestaba así a Joan Ridao (ERC), que le planteaba medidas para profundizar la credibilidad y los controles de las instituciones.

"Yo admito las protestas de los 2.000 concentrados frente al Parlament", dijo Jáuregui, "pero quiero recordarles a esos 2.000 que ha habido 3.200.000 catalanes que han votado a esos representantes que han sido agredidos esta mañana. Yo creo que tenemos que expresar aquí nuestro rechazo", remató Jáuregui.

La Ejecutiva Federal del PSOE manifestó su respaldo total al Parlamento de Cataluña tras "los deplorables incidentes" de la mañana. El Parlamento y las Cortes son el resultado de la "expresión libre de los ciudadanos", remachó.

Mariano Rajoy, siempre muy cauto a la hora de hablar de los indignados, convocó a la prensa a la entrada de un acto del Foro Abc protagonizado por Alberto Ruiz-Gallardón para hablar del asunto. Lo hizo en una declaración sin aceptar preguntas, con un papel que llevaba escrito y que miró tres veces.

Midiendo mucho, el presidente del PP trató de desvincular el Movimiento del 15-M de las agresiones para no ofender a los indignados, pero recordó que son una minoría: "Hay muchos españoles descontentos con la situación. Más de 23 millones, una mayoría, lo han expresado en las urnas; otros, de otras maneras. Pero lo que ha ocurrido en Cataluña y en Madrid en las últimas horas [en referencia al acoso a Gallardón] es algo que no tiene nada que ver con todo esto. Ningún demócrata puede ampararlo. La ley y la voluntad de la mayoría hay que respetarlas. Lo contrario es un comportamiento antidemocrático".

Rajoy señaló que "la prudencia es una muy buena virtud, pero no puede convertirse en pasividad cuando se trata de hacer cumplir la ley". Gallardón pidió a Rubalcaba que actúe, aunque las competencias en Cataluña son de la Generalitat. El alcalde aprovechó para hablar de Bildu. "Yo soy afortunado porque tengo dos escoltas en la puerta de mi casa, pero qué pasaría en una situación similar cuando el jefe de la policía es de Bildu".

Rajoy y Bono conversan ayer en los pasillos del Congreso.
Rajoy y Bono conversan ayer en los pasillos del Congreso.ULY MARTÍN

Rebeldía sí, pero dentro de la ley

- José Bono (presidente del Congreso). "La policía tiene que ejercer la fuerza, que para eso es la fuerza pública legítima, para respetar los derechos de todos. Los derechos de los españoles no están en manos de los indignados sino de la ley".

- Ramón Jáuregui (ministro de Presidencia). "La democracia es perfeccionable pero no sustituible".

- Cayo Lara (IU). "Tienen que entender que no todos los políticos son iguales. Se puede coordinar rebeldía en la calle y dejar que los parlamentarios hagan su trabajo. Espero que los indignados no se conviertan en un movimiento de intolerancia".

- Duran Lleida (CiU). "No hay indignación que justifique el secuestro de un Parlamento".

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