Bienestar paraliza la construcción de nuevas residencias este año

La Generalitat no iniciará la construcción de nuevas residencias para personas mayores con dependencia durante este año. Es una de las consecuencias de los recortes del gasto que el Ejecutivo catalán ha aplicado a sus presupuestos y que en el caso del Departamento de Bienestar Social y Familia asciende al 10%. Discapacitados, personas mayores e inmigrantes también se ven afectados por los recortes.

El área que dirige Josep Lluís Cleries contará con un presupuesto de 2.224 millones de euros para 2011, el 4,6% menos que en 2010, así que se recortan 107 millones. Se ahorra básicamente en construcción de nuevos equipamientos y de la revisión de ayudas y prestaciones. Una de las más afectadas es la ayuda familiar por nacimiento de un hijo o por adopción, que se reduce el 75% y se queda en 54 millones (214 millones, en 2010). El conocido como cheque bebé deja de ser universal y pasa a depender de condiciones como un mínimo de cinco años de empadronamiento en Cataluña o un nivel de ingresos máximos (unos 8.000 euros anuales, aproximadamente).

Pero los equipamientos también son centro de los recortes del Ejecutivo. En los últimos tres años, la Generalitat solo se ha empezado a construir un equipamiento para mayores dependientes. Además, para este 2011 Bienestar Social solo prevé inversiones en tres residencias: en Sant Llorenç Savall (Vallès Occidental), Balaguer (Noguera) y Mataró (Maresme).

Esto ha hecho reducir la ratio de plazas residenciales públicas existentes, que ha pasado del 2,72% al 2,2% por cada 100 personas mayores de 65 años. Y es que, aunque el número de plazas ha crecido ligeramente, el peso de las personas mayores es cada vez mayor, actualmente, 1,2 millones de personas con más de 65 años en Catalunya (el 16,5% de la población).

La falta de inversión también afectará a los equipamientos destinados a menores y a personas con discapacidad. De hecho, la Generalitat recortará el 75% la inversión en la construcción de nuevos centros para discapacitados, pasando de los 20 millones de 2010 a los 5,5 millones de este año. No obstante, en global habrá un centenar más de plazas en residencias y centros destinados a este colectivo (que suma unas 442.000 personas, el 6% de la población), gracias a la media docena de equipamientos abiertos en 2010.

Otro de los colectivos que también verá reducir sus gastos serán los inmigrantes. La Generalitat ofrece ayudas económicas a aquellos inmigrantes que no consiguen levantar la cabeza con el actual contexto de crisis económica, pero que no disponen de recursos para poder volver a su país de origen. Unas 400 personas se beneficiaron de estas ayudas el pasado año, pero Bienestar solo prevé que se puedan acoger a la ayuda 233 personas este año.

Por otra parte, la Generalitat ha dado marcha atrás en su decisión de no cubrir bajas ni jubilaciones, como medida para contener el gasto. Bienestar anunció ayer que se repondrán el 50% de las vacantes generadas por las jubilaciones en los centros públicos. De hecho, el departamento confirmó que ya se están autorizando sustituciones de personal asistencial, como médicos y personal de geriatría.