Rompiendo la maldición
El contrabajo es un instrumento de madurez y de resignación orquestal, ya que, sea en el foso o sobre las tablas, los compositores han reducido su grandeza a llevar el sustento armónico y rítmico del conjunto. Por eso sorprenden casos como el del Cuarteto Dittersdorf, formado por cuatro contrabajistas que apenas superan los 20 años y que pretenden anular la maldición que condena al contrabajo al acompañamiento. Alumnos de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, estos jóvenes ofrecerán un concierto gratuito en el Museo Abc de Dibujo e Ilustración el próximo martes, a las 19.30. El abanico de obras va desde los Cuadros de una exposición de Mussorgski al Adoramus te de Palestrina, pasando por la Marcha nupcial de Mendelssohn.
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