El ex alcalde de Castellón prefiere el trasvase del Ródano al Ebro
A diferencia de lo que sostiene su partido, el exalcalde de Castellón y consejero delegado de Castelló Cultural, José Luis Gimeno, apostó ayer por un trasvase desde el río Ródano como solución a los problemas de agua de Castellón, en lugar de por el trasvase del Ebro. El político se distancia así de la que ha sido la postura cerrada del PP durante años.
Gimeno afirmó que entre las debilidades de la ciudad de Castellón se encuentra su tejido empresarial, la agricultura, la falta de terreno para crecer y "problemas singulares como la falta de agua".
Gimeno hizo estas declaraciones en un curso organizado por la Universidad Internacional de Valencia (VIU), en una conferencia en la que analizó el Plan Estratégico de Castellón 2009-2015. El ex alcalde insistió en que "hace tiempo que debimos empezar a estudiar el trasvase del Ródano", ya que "los franceses son más tratables y más objetivos". Además, explicó que de esta forma "evitaríamos provincianismos y regionalismos absurdos, porque el agua es un producto y se vende a quien la pueda pagar". Sobre la cuestión del agua, Gimeno señaló que "nos hemos interesado sólo en una puerta, y parece que nos hemos estrellado en esa puerta por las razones que sean, pero si se nos abre otra puerta y tenemos otra oportunidad, merece la pena estudiarla". Del trasvese del Ródano, el exalcalde dijo que la ley francesa tiene un plazo de "venta del agua, pero posiblemente se puede llegar a un acuerdo y me gustaría saber cuál es el costo de la tubería por el mar, que a lo mejor puede ser asumible".
Defensa del PHN
En la reciente campaña electoral, Francisco Camps, ante varios centenares de cargos populares y representantes de organizaciones sociales, volvió a insistir en que mantendrá en esta legislatura su reivindicación del trasvase del Ebro a la Comunidad Valenciana. "Seguiremos defendiendo el Plan Hidrológico Nacional (PHN). Nos falta lo más fácil, porque hemos hecho lo más complicado. Lo más fácil es construir un tubo que traiga el agua que se va al mar", señaló Camps.
Gimeno se refirió a otras amenazas para la ciudad de Castellón, como la crisis económica o la fuga de talentos. Y se explicó: "Un universitario cuesta unos 150.000 euros desde que nace, por lo que exportarlos gratis es un dispendio que es para pensarlo". En cuanto a las posibilidades económicas de la capital de La Plana, el político destacó su capacidad innovadora.
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